¿Qué Pasa?

Entre el cielo y tierra

Entre el cielo y tierra

Bruselas, Bélgica.- Buscando entre mis discos viejos me encontré con una maravilla que me hizo volver a mi patria y vivir agradables recuerdos. Era domingo en la mañana en la capital de Bélgica y me proponía hacer un poco de aeróbicos para ejercitarme. 

Buscaba algo movido: Merengue, salsa, bachata u otro ritmo tropical que me permitiera poner en práctica en casa lo que aprendí en mis clases en el gimnasio. De pronto me encontré con un cd que nunca antes había visto: Era una selección de temas de Juan Luis Guerra hecha en el 2003 y dedicada por ¿Ernesto? a su “hermanazo Eduardo”.

No sé cómo llegó este disco a mis manos, lo que si se es que fue un Tremendo regalo. Con energía ejercité cada músculo de mi cuerpo mientras me sentía pasear por diferentes rincones de mi país: Por El Conde, por Santiago de noche en un coche o en el medio del malecón en San Pedro de Macorís.

Cada tema me sorprendía como si fuera la primera vez que lo escuchaba y mientras bailaba y sudaba la gota gorda, disfrutaba de aquella poesía hecha merengue con temas como “Amor de conuco”, “A pedir su mano” o “Rosalía” .

Me parecían nuevos los contenidos de canciones tan viejas  como “Me enamoro de ella”, “Visa para un sueño” y otros merengues en los que ese gigante artista aborda  temas que hablan de la desigualdad social, la emigración, los servicios de salud y otras problemáticas que siguen tan latentes como el mismo día que la musa lo inspiró.

Cada canción me daba más energía para ejercitar mis triceps, mis bíceps y demás músculos del cuerpo.  Fue una de mis mejores tandas de aeróbicos, pese a que estaba sola y lejos de mi patria. Y es que estando lejos me sentí muy cerca gracias a las descripciones y a los recuerdos de los magníficos ritmos e interpretaciones de Juan Luis y sus primeros compañeros de 4.40.

El Nacional

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