Opinión

Error político

Error político

Pedro P. Yermenos Forastieri

En pleno proceso de selección de los integrantes de la JCE, -mecanismo que es una tomadura de pelo porque los elegidos no son consecuencia del mismo, sino de la imposición de quien controla el senado,- se comenta la posibilidad de que el actual presidente continúe en su cargo. La particularidad del tema deriva de la cancelación de sus visas diplomática y personal, por parte de Estados Unidos.

En ese contexto, adicionado a la improcedencia natural de la continuidad de Roberto Rosario como presidente del organismo electoral a causa de la unánime oposición a ese hecho de los partidos políticos no nucleados con el PLD, actuar en esa dirección sería un error en el cual incurriría de manera específica el presidente de la república.

Al tener dominio de la mayoría del senado, la confirmación del actual incumbente de la JCE, sería un hecho atribuido con carácter de exclusividad al presidente, con las consecuencias negativas que eso implicaría en su vinculación con el primer aliado estratégico de la nación.

Las innegables pericias políticas demostradas por el Lic. Danilo Medina apuntan a que es poco probable que incurra en ese error garrafal. ¿Cuál sería la ganancia política que derivaría el presidente de actuar en esa tesitura? Ninguna. ¿Se expone a una fricción innecesaria con los Estados Unidos si procediera de esa forma? Por supuesto. ¿Es Roberto Rosario la única persona al frente de la JCE con la cual el presidente se sentiría cómodo? De ninguna manera.

El presidente tiene múltiples mecanismos de proteger a su aliado de la JCE sin necesidad de echar un pulso pírrico con un país con el cual, dada la importancia para nosotros, él está en la obligación de hacer todo lo necesario para mantener relaciones lo más armoniosas posible sin que eso signifique perder dignidad, que no es el caso.

Un estadista no está llamado a dejarse arrastrar por falsos nacionalismos y patrioteros argumentos. Debe colocarse a la altura de lo que es, quien traza pautas diplomáticas, con el deber de propiciar las mayores conveniencias nacionales.

Su ausencia en la reunión del comité político de su partido que tenía como tema de agenda fijar posición sobre la destitución de la presidenta de Brasil y que coincidía con el momento en que el presidente de la entidad calificó de canallada dicha destitución, confirma que el primer mandatario conoce las diferencias entre el militante político y el jefe del Estado.

El Nacional

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