FORT MYERS, Florida – Algunas personas admiran obras maestras en los museos de arte, algunas personas en salas de ópera o en teatros de Broadway. Torii Hunter dice que una vez vio una mientras estaba parado en el jardín central en Cleveland.

Y recuerda que su emoción primordial de ese día fue la compasión – no por el artista, sino por sus víctimas.

“Sentí pena por los Indios de Cleveland, porque sabía que iba a ser un día duro para ellos”, dijo Hunter. “Después de dos entradas, dije: ‘Ellos tienen un gran problema'”.

Esto porque Ervin Santana estaba en el montículo por los Angelinos, y “su bola rompiente simplemente estaba explotando. Lo podía ver desde allá”, dijo Hunter. “Era impresionante. Tenía ese resbalón trabajando, estaba lanzando a 94, 95 millas por hora, golpeando sus puntos en ambos lados. Y simplemente tenía a los chicos engañados”. Santana montó su repertorio ese día de julio de 2011 hacia un no-hitter, el primero de los Angelinos en 27 años, con Hunter anotando la carrera decisiva en un passed ball. Cuatro años más tarde, son compañeros de equipo nuevo, como adquisiciones preciadas de los Mellizos en la temporada baja.