Opinión

Escribir como terapia

Escribir como terapia

Escribir sobre nuestros pensamientos y emociones es una herramienta terapéutica de primer orden. Un recurso fácil y efectivo que puede llevarse a cabo con dos objetos totalmente asequibles: lápiz y papel.

Escribir exige concentración y atención, de modo que es una forma de meditación que calma la ansiedad y vence la obsesión. Sin lugar a dudas, escribir es una actividad sanadora porque permite hacer que la energía reprimida haga catarsis.

Lo único que se necesita para escribir es tener algo que decir y hacerlo de manera sencilla, sin palabras difíciles ni frases deslumbrantes, pero con la claridad suficiente que demuestre la intención de que todos entiendan.

La palabra escrita es liberadora y refleja la interioridad; es como una radiografía del alma que expresa con fidelidad los sentimientos y muestra la imagen más genuina de quien lo hace.

En la escritura se revela el inconsciente y la forma de pensar y de ver la vida, si se es pesimista u optimista, compasivo o vengativo, humilde o ambicioso, sincero o mentiroso.

Todos somos escritores en potencia pero muchos creen que no pueden hacerlo, porque no tienen nada que decir, como si fueran sombras que pasan por la vida sin dejar ningún rastro y nunca experimentaran sensación, dolor ni emoción.

Desde la edad de piedra el hombre ha intentado transmitir mensajes y comunicar lo que siente a través del dibujo.

Las pinturas rupestres reflejan cómo era la realidad del hombre antiguo que ya desde entonces tenía la necesidad de contar su quehacer cotidiano y de plasmar sus creencias.

Quizás muchas de las personas que se encuentran afectadas por enfermedades emocionales, deberían escribir sus biografías y meditar en ellas para poder sanar de sus traumas y conflictos interiores.

El doctor James Pennebaker, profesor de la Universidad de Texas, uno de los promotores de usar la escritura como terapia, propone que las personas escriban sobre sus problemas, iniciando con el mayor de sus traumas que ha vivido como una iniciación a un desahogo total.

En tanto Freud destacó la importancia de la escritura en la terapia y la usó para asociarlas a los sueños.

El Nacional

La Voz de Todos