Opinión

Escritos apresurados

Escritos apresurados

El súper parejero
Aquel condiscípulo del tercer año del bachillerato era un joven de casi seis pies de estatura, contextura atlética, y abundante cabellera negra.

Por eso fue que sorprendió al alumnado de su curso con aquella queja a Dios por lo que consideraba un error de la divinidad.

-¿Se han fijado que en todas las especies vivientes de algún tamaño el macho es más hermoso? Observen la pareja formada por el gallo y la gallina. Y es que mientras aquella es más pequeña y de colores tenues, apagados, el macho tiene un plumaje de hermosa combinación de tonalidades, Pero la diferencia no es solo en ese aspecto, sino en el porte.

No es casual que de un hombre con mi estampa se diga que es gallardo. Con ello se quiere significar que se parece al gallo cuando está parado, o caminando -Pero es la hembra la encargada de reproducir la especie, y al hacerlo pone de manifiesto el importante papel que desempeña en la naturaleza- dije para detener ese amago de machismo, evidentemente surgido de su conocida vanidad.
-fíjate cuáles son los peces que lucen espléndidos colores, son los machos, mientras las hembras no son en realidad adorno de una pecera. Lo que te quiero demostrar es que Dios no ha parado de poner de manifiesto su predilección por el sexo masculino, naturalmente debido a que ese es el suyo- fue su réplica inmediata.

-Dios no tiene sexo definido- dijo un alumno, conocido por mostrar una fe religiosa del tamaño del grano de mostaza que mencionó Jesús en su prédica, y su interlocutor abrió los ojos desmesuradamente antes de responder.

-¿Qué me dicen ustedes de las fieras? El león es más grande, fuerte y hermoso que la leona, y lo mismo pasa con el tigre y la tigresa. Y si sigo hablando no acabo hoy con los ejemplos, porque hasta en los perros el macho es más garboso, más fuerte y más valiente.

-Lo que estás diciendo es algo harto sabido por todo el mundo. Lo que pasa contigo es que quisieras que también en la especie humana el varón sea más hermoso, lo que puede ser en el fondo un deseo cundanguil- intervino un alumno, hablando con cara risueña y tono burlón.

-No- replicó el aludido- porque yo podría ser una especie de excepción confirmatoria de la regla, ya que he lucido mejor que casi todas mis parejas sentimentales.

Todavía hoy, sesenta años después de aquella conversación, algún conocido al hablar de él lo describe como “el que priva en bello”, pese a su cabellera encanecida totalmente, lo abultado de su vientre, y la leve jorobita.

El Nacional

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