Nadie es África
Humillados y ofendidos”. No hablo de la gran obra del Maestro Fyodor Dovtoyevsky. Hablo por humillados, abandonados y ofendidos en África. El mundo no escucha los llantos de este continente que desde la insurgencia del grupo terrorista Boko Haram, que opera al noroeste de Nigeria.
En el ataque en Francia en las oficinas de Charlie Hebdo, el mundo era Charlie, campaña para de solidaridad y apoyo, por un lado, y de rechazo al terrorismo por el otro. El mas reciente ataque de occidente fue la masacre en el club Pulse para grupos homosexuales, en Orlando. El mundo demostró su apoyo ante el infortunio, alzando la bandera de orgullo para esta minoría a la que rindió tributo.
En 2014 fueron secuestradas de su escuela en Nigeria 276 niñas, de las cuales solo fueron rescatadas 58, y aun no se conoce el paradero de las otras 218. El dolor que siente un padre cuando tiene la duda de su secuestrado es más grande y profundo que cuando está muerto, porque no sabe su real condición. La inseguridad se lo come.
En enero 2015 sucedió la masacre de Bogo, en Nigeria, donde las muertes fueron mas de 150 personas. En julio del mismo año sucedió la masacre de Kukawa, en la cual el número de muertos fue de 145. Según las autoridades nigerianas en los últimos cinco años el grupo terrorista ha dejado más de 12,000 muertos por su camino.
No podemos andar propagando igualdad y derechos solo para algunos. La igualdad y el apoyo son para todos o para nadie. De qué sirve que solo unos pocos reciban apoyo cuando la mayoría no recibe ni oído de ayuda. Los latidos de África, víctima de la miseria y del terrorismo, no se pueden ignorar.
