Opinión

ESPACIO JUVENIL

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Luis Pérez Fondeur

 Más ética que política

La redistribución no es de ricos a pobres sino de grupos desorganizados a grupos organizados (Carlos Rodríguez Braun).
Desde hace unos años la sociedad dominicana y la clase política reconocieron el problema fiscal por el alto endeudamiento público y por un sistema impositivo complejo, que promueve la economía informal, la evasión y elusión impositivas. Por esta razón, se incluyó el Artículo 36 en la Ley 01-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo:

La organización política estableció que si se va someter al congreso una reforma fiscal para este año, tal como lo afirmó el senador oficialista y presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Tommy Galán, esta debe ser para mejorar la distribución de las riquezas y corregir las desigualdades sociales, así como para crear oportunidades para la población excluida.

Los problemas más grandes que tiene la sociedad dominicana no son de distribución, sino de tipo ético. De qué sirve hacer una reforma si alguien recibe mensualmente un millón de pesos en efectivo y solo declara cien mil. Hay empresas que hacen descuentos cuando se paga en efectivo para evitar que se registren pagos con tarjetas de crédito. Ambas son formas de evasión muy comunes en nuestro país. El problema seguirá existiendo y estaremos dentro de un ciclo infinito de endeudamiento y reformas fiscales.

El segundo problema que se tiene en la sociedad es el cobro de impuestos que no deben ser iguales para cada persona. Verbigracia, el de consumo. Justicia es que cada quien pague lo que pueda sin caer en números rojos. La realidad fue admitida por un próspero empresario, quien sostuvo durante una entrevista que hay que fomentar un sentido de justicia en los que tienen más posibilidades de colaborar con el Estado.

“Yo creo que el pueblo, con los ingresos promedio que tiene, no admite más recargas sobre sus ingresos, más tributos; sin embargo, lo que hay que hacer es un sentido de justicia de los que tenemos más posibilidades. Si es que va hacerse una reforma fiscal que sea sobre la base de los que pueden colaborar más con el Estado”, exponía.

Con la política y sus intereses de por medio no hay mucha esperanza. En una entrevista realizada por un estudiante para su clase, el maestro Jorge Luis Borges respondió a una pregunta de si las personas deberían interesarse en la política: “Yo no sé. A mí no me interesó nunca la política. Me interesa más la ética. Creo que si cada uno actúa éticamente eso puede tener un efecto político muy grande.

Lo que se nota por aquí es que sin un modelo social se efectuarán una y otra reformas fiscales y se estará siempre en lo mismo. Porque, más que de tipo económico, hay un problema ético.

El Nacional

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