SANTIAGO.- Como consecuencia del contrabando de cigarrillos que afecta a la industria nacional, el Estado dominicano dejó de percibir el pasado año más de mil 200 millones de pesos por concepto de pago de impuestos, mientras que se produjo una reducción en el consumo de ese producto ofertado de manera legal por el orden del 25 por ciento.
Así lo dieron a conocer el jueves en esta ciudad ejecutivos de la Phillip Morris Dominicana, quienes explicaron que la situación constituye una amenaza grave para la estabilidad de las empresas tradicionales establecidas en el país.
Detalles sobre ese y otros temas fueron ofrecidos por Manuel Cabral, Erick Pérez del Toro, César Barragán, José Cabrera y Rebeca de Ramón, altos ejecutivos de esa empresa cigarrillera mundial.
No obstante la situación planteada, los ejecutivos principales de las franquicias indican que se mantienen en la República Dominicana y que, inclusive, proyectan realizar nuevas inversiones.
Sostuvieron que la variedad de cigarrillos falsificados que es comercializado en el país es fabricado en Panamá e ingresa de manera irregular a través de las fronteras con Haití y que luego se distribuyen en el mercado dominicano de prácticamente de manera normal.
De acuerdo a lo expuesto, la incidencia del contrabando de cigarrillos en la República Dominicana es de un 18 por ciento, teniendo un crecimiento astronómico en los dos últimos años, ya que en el 2009 era de apenas un 0.4 por ciento.
Dijeron que la industria organizada y legal de los cigarrillos paga alrededor de 6 mil millones de pesos al fisco, mientras que los ilegales no pagan ni tienen empleados, lo que es una competencia de mucha desventaja.
Destacaron que en los últimos meses las autoridades dominicanas han logrado incautar 34 millones, 200 mil unidades de cigarrillos traídos decomisados en cuatro contenedores, además de 20 millones en el mercado.
