Opinión

Estados Unidos y Odebrecht

Estados Unidos y Odebrecht

(Lo que no se ve)

Brasil es el quinto país más grande del mundo, con ocho millones 500 mil metros cuadrados y una población que ronda 200 millones, siendo además, la octava economía del mundo, con riquezas estratégicas inmensas de carácter global, como petróleo y gas, siendo además dueño del principal pulmón del planeta: La Amazonia.

Desde hace algunos años Estados Unidos está viendo a Brasil como un peligro económico y político en la región, con cada vez más influencias en toda América Latina, sobretodo en el sur, haciendo frontera con nueve países del área, a saber, Uruguay, Argentina, Bolivia, Colombia, Perú, Guyana, Venezuela y Surinam. No incluye Chile ni Ecuador.

Los dos gobiernos del otrora líder metalúrgico de izquierda Luíz Inacio Lula da Silva, fundador del Partido de los Trabajadores, le dieron al gigante del sur un impulso extraordinario, que prosiguió con la elección de Dilma Rousseff, la cual, en su segundo mandato fue destituida mediante un golpe de Estado constitucional, donde intervinieron sin duda organismos de seguridad de Estados Unidos como la CIA.

A pesar de que Dilma Rousseff metió a la cárcel a sus propios compañeros de partido y de iniciar un proceso de saneamiento, fue destituida por corrupta sin ser corrupta. La sustituye un hombre corrupto, reaccionario y conservador, con una cola más grande que la playa de Copacabana de Río de Janeiro. Luego desprestigiaron a Lula para asesinarlo moralmente impidiéndole que vuelva a la presidencia del país.

Otro elemento que no podemos perder de vista es la creación del Nuevo Banco de Desarrollo (BRICS) con un capital inicial de 50 mil millones de dólares que luego aumentó a 100 mil millones, que inicialmente lo integran, presten atención, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que competirá con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

El poder económico, político y militar de esos países, más la influencia en casi todo el mundo, no puede ser obviado por Inglaterra, Italia, Francia y principalmente por Estados Unidos, la primera potencia del mundo.

La lucha anticorrupción es el elemento utilizado por Estados Unidos para legitimar sus acciones contra el régimen brasileño con el respaldo de los sectores más retardatarios y conservadores del país, cuyos intereses también habían sido seriamente afectados por los gobiernos del PT, sabiendo que muchos de sus dirigentes se corrompieron.

Estados Unidos no le ha importado nunca la corrupción en América Latina. Al contrario, igual que el narcotráfico, la utiliza para su dominio político.

El Nacional

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