¿Qué Pasa?

¿Estás obsesionado con la belleza?

¿Estás obsesionado con la belleza?

La belleza está a la orden del día, pero no como el normal deseo de verse bien y lucir elegante.
Hoy las cinturas femeninas parecen quebrarse de tan estrechas, los senos amenazan con salirse del sujetador y muchos rostros han perdido la gracia de una sonrisa real, por acatar las leyes del botox.

Los hombres no son la excepción de la regla, porque ya muchos buscan también la belleza a como dé lugar.

Y es que tal y como dice la psicóloga Yomaly Almonte estos nuevos tiempos han otorgado un papel fundamental al atractivo físico y se han creado nuevos patrones sobrevalorados, ocasionando que los nuevos cánones de belleza impuestos por la sociedad constituyan un agregado donde el individuo atractivo es aceptado, valorado y admirado.

Esto -dice la profesional- mueve a la sociedad a la búsqueda constante de rostros perfectos, cuerpos estrictamente proporcionales y juventud eterna. Pero ¿Qué pasa cuando detrás de esta constante búsqueda se enmascara el Trastorno Dismórfico Corporal?.

“Un individuo que se obsesiona por la belleza y la perfección física busca defectos imaginarios o exagera una pequeña imperfección, puede estar cursando esta enfermedad que muchas veces está sub diagnosticada o pasa desapercibida, por la razón de que la persona no lo ve como una enfermedad mental y acude a diversos especialistas estéticos tratando de mitigar su inconformidad”, explica la terapeuta del Grupo Profesional Psicológicamente.

Los síntomas más frecuentes

Almonte menciona como los síntomas más frecuentes:
-Preocupación excesiva por un defecto mínimo, real o imaginario, que muchas veces no es percibido por los demás. Son más comunes los defectos faciales como la nariz, cabello, ojos, pechos y genitales.
-En el hombre la necesidad de adquirir volumen o masa muscular.

-Comportamientos compulsivos de rectificar el defecto en espejos o superficies que se refleje invirtiendo mucho tiempo en esta acción.

-Tratar de esconder el defecto usando gorras, lentes u otros prenda de vestir que disimule su aspecto.
-Se aíslan a nivel social para evitar ser expuestos o avergonzados por su apariencia. Refieren ser personas feas llenas de defectos o enfatizan en uno específico pensando en su fealdad.

-Evitan el contacto directo con personas, lo que les impide realizar sus actividades cotidianas.

– Inician la visita constante a diversos especialistas tales como dermatólogos, cirujanos plásticos y odontólogos, buscando mejorar su aspecto físico, la mayoría de las veces sin obtener resultados, cuando lo logran es por corto periodo de tiempo porque suelen migrar el síntoma(es decir, referir el defecto a otra parte del cuerpo).

La psicóloga concluye que la evolución de este tipo de personas es prolongada y fluctuante y puede coexistir con otros trastornos tales como depresión, ansiedad e incluso desencadenar el suicidio como resultado de la frustración e insatisfacción; por lo que aconseja como algo fundamental identificar síntomas potenciales ocultos detrás de muchas personasque buscan de manera obsesiva la belleza anhelada.

UN APUNTE

Estadísticas

Se calcula que de 1 a 2 por ciento de la población general padece Trastorno Dismórfico Corporal, suele tener un inicio entre los 20 y 30 años de edad y con mayor frecuencia en la mujer.

No existe una causa específica, pero está relacionado con alteración en neurotrasmisores como serotonina, estructuras neuronales involucradas en el procesamiento del esquema corporal y reconocimiento facial así como también las exigencias o estereotipos de belleza enfatizadas en determinadas familias y a nivel social.