Opinión

ESTO PIENSO, ESTO CREO

ESTO PIENSO, ESTO CREO

 El perro huevero, aunque le quemen el hocico, vuelve a lo mismo”. Algo parecido a “cría cuervos y te sacaran los ojos”. Todo esto y más es así, porque el hombre no cambia. Su conducta viene predeterminada, como aseguran estudiosos del tema y  hasta en la doctrina cristiana se encuentra el dogma de la predestinación, de que el hombre no cambia, ya que tanto su vida como su conducta, no son más que el desarrollo de su carácter inteligible.

 Según transcurre la vida, creemos con más firmeza, que la conducta del ser humano se fragua desde el mismo inicio de la vida y así perdura hasta su final, al menos que algún hecho traumático, violento, varíe esa voluntad hacia el mal o el bien. Pero, aun así, en el fondo, en el hondón del alma, siempre subyace la esencia, -reiteramos-, ese conjunto de cosas que hacen de la cosa, lo que la cosa es.

 Y, como la sociedad, el país, la nación está compuesta por individuos, al parecer, este país no cambiara. Nacimos de ladrones, asesinos, aduladores pendejos y esos malditos genes se mantienen en nuestros conductos sanguíneos dirigiendo nuestras acciones, nuestras conductas y nuestro carácter.

La verdad nos da de frente porque el comportamiento del hombre puede cambiar según adquiere conocimientos, aunque este último es mutable y se mantiene cual si fuese un péndulo, entre la verdad y el error, siendo posible que este comportamiento se vaya corrigiendo con el tiempo sin que esto, necesaria y obligatoriamente, llegue a producir un cambio en el carácter de la persona.

 Así es nuestro carácter y quizás por eso, llevamos tanto tiempo jodido. Tendemos hacer o sacar de cualquier yagua vieja un héroe, un general o de una indelicada lacra, hacer todo un líder político. Así ha sido, y al parecer continuaremos por ese mismo camino, a menos que algo nos sacuda de mala o sangrienta manera.

 Desconocemos quizás por cobardía o “lambonismo”, donde radica en realidad nuestro poder, ya sea individual o colectivamente. Esos malditos genes nos hacen creer que no podemos hacer más, mucho más de lo que creemos podemos hacer. Por ejemplo, con un simple papel impreso, al cual le llaman voto.

 El poder que nos confiere ese simple papel, con solo hacer buen uso de él, todo cambiaria pero, vaya usted a ver, lo cambiamos con increíble facilidad, hasta por un salami o un dichoso “pote e romo”. Esa debilidad en nuestro comportamiento no lo hemos podido fortalecer a pesar de tantos hechos que nos han golpeado, quizás por las raíces de nuestro carácter.

 Hemos llegado a la irresponsabilidad colectiva. Tu no haces, yo tampoco. Tenemos “lideres” políticos que les hace tanta falta mentir, como el esnifar a los drogadictos. Ofrecen el cielo pero…para después; ofrecen seguridad pero…para después; ofrecen progreso pero…para ellos;

Ofrecen paz…para ellos; ofrecen y ofrecen y al mismo tiempo te piden paciencia y calma con tu hambre, con tu sed de todo, solo calma, paciencia y mientras tanto, nosotros nos tenemos que llenar de …paciencia y calma, eso, solo eso.

 Por qué pretender obligarnos a olvidar. Solo nos dicen que está mal que vengan a interrogar sin fiscales ni orden judicial y esto está mal, muy mal pero, vamos a continuar con el tema de los cueros, de las prostitutas, de las mujeres de vida alegre eso, si, eso está bien pero, y el tema gemelo que, cuando vamos a tratar el tema de los lobistas, asesores y socios con relación a los muelles y las máquinas de rayos x, y además, la difamación del mismo hombre sobre que nuestros país no está capacitado para operar esos equipos, de eso que, ¿lo olvidamos? ¡No j…s!

 Y como estoy algo así como, nada que decir, nada que callar y esto debe continuar, como epitome de esta dantesca obra que vivimos, me permito subrayar que mientras el hacha va y viene, estamos con Danilo o como se llame cualquier Presidente que consideremos que haga lo que tiene que hacer, es decir, lo que nunca se ha hecho y eso, es lo que está haciendo el Presidente, muy a pesar de la pesada cadena que arrastra, quizás condenado hasta ¿Agosto? De así ser, alabado sea el señor. Por eso, solo le falta mandar para la fiscalía al grupito que no quiere entender esto y mantiene amoríos con fines de casamiento, con la incontrolable y perversa, que le llaman…¡la señora corrupción! ¡Si señor!

Twitter:@rafaelpiloto01

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