Opinión

ESTO PIENSO, ESTO CREO

ESTO PIENSO, ESTO CREO

 Recuerdo una vieja canción que dice “a lo loco la vida se vive mejor”, algo así como ser sinvergüenza es mejor que vivir con responsabilidades, no hay tensión y a todo le echamos agua, problemas y situaciones, porque de esta manera son más pasables.

 No me canso de expresar que son tantas las veces que me he equivocado en esta vida, que hoy, como todo sinvergüenza o irresponsable, cada vez que exprofeso acciono “equivocadamente”, lo analizo más y mejor que una acción bien dirigida o premeditada con fines serios. Entiéndase que esto se llama errar a propósito, aunque a muchos les parezca que fue algo fortuito, y no es así, no señor, es como dice el pueblo, eso fue hecho “a pota”.

 Porque viendo el desenvolvimiento de la vida, prácticamente se puede hacer todo y de todo, aunque como dice una frase en inglés “It’stoo late”, algo así como… ¡Es muy tarde! Y eso es cierto, porque si verdaderamente se pueden hacer muchas cosas, no menos cierto es que hay rayas en la vida que no se deben cruzar jamás.

 Eso es así, debido a que “si juegas a que te extrañen, te arriesgas a que te olviden”. En adición y como consecuencia del cruce de esa raya invisible, pero que se siente y se hace sentir, no necesariamente tendrás que escuchar, ver o palpar nada, porque “el olvido será la única venganza y el único perdón”.

 Errar es de humanos y aprender de los tropiezos por igual, porque te dejan enseñanzas para el resto de la vida, ya sea con relación de amistad, fortuito o de amores y, la enseñanza es de tal magnitud que se puede limitar a simples y pocas palabras: “hay que saber con quién complicarse la vida”.

 En ocasiones muchas personas le exigen demasiado a la vida y llegan a tener tanto que al querer más, tanto en lo material, espiritual o sentimental, llegan a  desconocer lo que tienen hasta el preciso momento en el cual lo pierden todo. Por eso ya he aprendido a “no pedir que me amen. Con que no me jodan es suficiente”. Y esto así, porque de esa manera puedo vivir la vida plenamente con lo poco o mucho que le requiera, aunque eso sí, con una condición innegociable con nadie, esto es, vivirla sí… pero ¡a mi manera! Asintiendo que “la rebeldía es la virtud original del hombre”.

 Eso es la vida, el querer, despreciar, ignorar, pensar o no pero sin pasar la raya, porque ya es más que sabido lo que de canción se ha convertido en un refrán que “hasta la belleza cansa”. Porque algunos confunden la sana ambición con ese afán desordenado de adquirir y atesorar riquezas, la codicia tanto en lo material, sentimental o amistad los enloquece y los hace empequeñecer cada día como seres humanos racionales.

 Su bajeza, falta de fortaleza o espíritu, o peor aún, observar un comportamiento bipolar, los hace desconocer los más elementales principios de convivencia entre humanos. Desconocen como dijo un apreciado amigo, que la vida es eso, un darse sin apenas recibir.

Sí, así es, un transcurrir sin jamás retornar y un sucumbir constante al sentimiento mortal que se llama amor. Amor primero a ti y después todos los demás, filial, de hijos o de alegres mariposas que andan por el mundo en busca de consuelo a su soledad o desamores, porque simplemente nuestra “virtud está compuesta por los vicios que no tenemos”.

 La vida es un indefinir ante el dolor de ver sufrir a los amados hijos, a nuestros amigos y todo aquel que sea merecedor de nuestro cariño, deferencia o aprecio, a los que solo felices queremos ver. Y, como ya exprese con anterioridad, que nadie, absolutamente nadie, humano, Dios o Diablo  me pida el sacrificio del hijo amado y permanezca inmutable, ni siquiera del peor de los amados hijos, porque mi nombre no es Abraham.

 Por todo este barrullo de cosas expuestas hoy, no quise y  me costó mucho trabajo, no hablar sobre el tigueraje político, ni de cuentas sentimentales en franca bancarrota, ni de “representantes” electos por el pueblo que deberían de serlo por los comités o partidos, porque al fin y al cabo a ellos representan y a sus intereses responden y, mucho menos del “suspendido” fusilamiento que representan las placas para la clase media, no señor, preferí irme por la tangente y tratar un tema igual y de dolorosa importancia y una peor impotencia para resolver, al igual que estos temas que trataremos en otra oportunidad si aún continuamos en este mundo de “vivos”. ¡Si señor!

Twitter:@rafaelpiloto01

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