Opinión

ESTO PIENSO, ESTO CREO

ESTO PIENSO, ESTO CREO

Ante los sueños irrealizados, ¿más  poder y más tiempo?

 

Parecerá un poco duro y quizás hasta de cierta soberbia pero, creemos como Frederich Nietzsche, de que “la esperanza es un estímulo muy superior a la suerte” y, solo esa esperanza nos sostiene aun vivamos, parodiando a Emile Chartier, sobre que “el hombre” y en el caso que se trata, nuestro puebloy dirigentes políticos,“tienen miedo sin existir peligro y lo inventamos para justificar el mismo”, en tanto, se nos va el tiempo esperando que éste pase y trace las medidas que nos conduzcan por un mejor camino.

Pero, nosotros nos mantenemos sumisos mientras gobiernos van y gobiernos vienen, en espera de ese “señalado”, de ese conductor que ponga fin al caos institucional que como lepra se ha adueñado de estos estamentos del gobierno carentes ya de imponer un real y efectivo estado de consecuencia ante el caos y, que cierre este mal por el que hemos sangrado durante tanto tiempo.

Y, justo ahora, sin duda alguna, nos encontramos en el momento preciso para aplicar lo que en El Arte de la Guerra se refería el General SunTzu, de que; “los guerreros expertos se hacen a sí mismos invencibles en primer lugar y después, aguardan para descubrir la vulnerabilidad de sus adversarios”.

Todo esto para referirnos a; ¿cuándo ha sido un gobierno más fuerte o partido alguno desde que la era, era era?
Si es así y, así es, entonces ¿qué se espera para imponer el cumplimiento de las leyes pero, a todos por igual?, ¿más poder?; ¿más tiempo?; o será acaso que ese tremendo poder de que hoy goza el gobierno y, principalmente el partido gobernante no ha sabido emplearlo para el bien vivir de todos sus súbditos, a pesar de las bocinas pagadas o empleadas del gobierno consideren que esto que dijo, es que las “palomas le están tirando a las escopetas”.

El clamor es el mismo e individual, cada quien rompiendo brazos por sus propios intereses.
Eso lo vemos –aunque ya no existan- en los sindicatos supuestamente de obreros, en las agrupaciones de empresarios, de médicos y de toda agrupación de profesionales, pero nadie, absolutamente nadie, grita, pelea, exige por los intereses nacionales, es decir, aquellos que benefician la nación toda.

Y es verdad que todas estas agrupaciones, en las mayorías de los casos, por presión o chantaje al gobierno, obtienen sus deseos con la creencia de que así es pero, todo es por poco tiempo, porque las grandes masas tienen una manera peculiar de reclamar la saciedad de su hambre y sus justos deseos de mejor vida y es el momento cuando todos los demás, ante esa realidad, pierden la creencia de seguridad que creían poseer.

Y la razón es simple, el pueblo “vota” por personeros políticos para que estos clamen por él, pero estos solo lo hacen mientras están en campaña, después, luchan solo por sus intereses personales, de manera y forma, que logran adormecer al pueblo, pero, solo hasta un día, cuando explota la ira y se impone la sublevación por los abusos, aunque tal y como nos enseña la historia, al final los políticos son los únicos beneficiados, mientras el pueblo abona las calles y la tierra con su sangre y aun así, continúan sufriendo por los sueños irrealizados. Entonces, comienza el mismo ciclo… ¡Si señor!

El Nacional

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