Opinión

ESTO PIENSO, ESTO CREO

ESTO PIENSO, ESTO CREO

Las percepciones que dijeron eran falsas, hoy, son crudas realidades

Porque… Muchos no acortan la ruta, sólo las metas

Deambulo de un lado para el otro como si pretendiera dejar mis huellas marcadas en el duro granito, mientras reflexiono sobre tantos temas y hechos que de vez en cuando se convierten en una maraña de laberintos sin que llegue a ningún punto y mucho menos a conclusión alguna sobre nada. Así, un torbellino se hace presente como pretendiendo acabar con todo rastro de mentiras edulcoradas, mediante una decisión que brote cual conjuro y todo quede finiquitado.

 
Nuestro estilo de vida cambia día a día hacia lo peor. La inseguridad nos carcome hasta el buen pensar mientras nuestras autoridades, carentes de los más elementales principios de seguridad continúan creyendo en percepciones falsas, negando con ahínco la cruda realidad. Penetran a mi hogar y me roban pero, estoy equivocado y si esa equivocación la convierto en una realidad ejerciendo el derecho que me atañe de defender mi vida y mi propiedad, la justicia me acosa y hasta me puede acusar de ser un abusador.

 
Todos, absolutamente todos, se alían a los políticos, a esos creadores de simulaciones que les son atribuidas algún valor, cual que sea, pero todo es puro cinismo. Hablan de seguridad y bienestar como si hablaran de una pintura valiosa, cuando es un simple lienzo y pintura, eso, solo eso. Estos hacedores de ilusiones y magos en el ocultamiento de la realidad son los que nos han llevado a esta incertidumbre de si en realidad estamos viviendo, porque no tienen un ápice de humildad estando en el poder o ejerciendo la política, son indolentes ante el mal ajeno y al parecer se aprendieron muy bien la máxima vertida por el filósofo Nietzsche, de que el cinismo es la única forma bajo la cual las almas bajas rozan lo que se llama sinceridad.

 
La tergiversación de los hechos es nuestro pan del día a día y nuestra definición de asombro ya ha cambiado radicalmente, al obviar que los hechos no son cosas inútiles, sino, las bases para elaborar un pensamiento que nos conduzca a una conclusión racional. Solo cada cuatro años se preocupan por despertarnos la esperanza de algo mejor pero, todo es con falsías y es por eso que tenemos que guardar todos los recuerdos y todas sus acciones, tanto las buenas como las malas, porque al final, cuando llegue el momento decisivo, no sabemos con cuales nos quedaremos.

 
Mi fe se ve disminuida y, hacia todo y con todo, siento como si me envolvieran con un olor cadavérico, donde no sólo muere lo físico sino, todo por lo que el hombre de principios ha luchado. La ternura que crea ilusiones y que primero formamos en el corazón hoy nos han hecho creer que ese órgano, fuente de inspiración para poetas y soñadores, es solo un órgano muscular, ni más ni menos, que no tiene ni guarda sentimientos y que hasta el querer puede producir en nosotros una grave debilidad, sin aclararnos que por igual puede producir algo sublime que nos haga suspirar por alguien o por algo, como el patriotismo por ejemplo.

 
Y es que el amor es imaginario pero, induce al cerebro a creer y crear cosas que nos hacen estar bien o estar mal con nosotros mismos, sin importar que en muchas oportunidades, sea considerado como una reacción química semi-eufórica temporal. En tanto continúa el rodar de la vida, los llamados a ejercer una plena autoridad se vanaglorian más allá que si fueran pavos reales y, a sabiendas, no quieren comprender que todos somos tan efímeros como las palabras que decimos y que solo los hechos perduran. Y creo, con certeza absoluta, que ese amor agudo, desesperado e insaciable que tienen los políticos por el poder, los llevara a su más rotundo fracaso, perder la confianza de la gente. ¡Sí señor!

El Nacional

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