Los presuntos y las propagandas aviesas, acabarán con el país
Permítaseme repetir lo que ya tantas veces he dicho; quisiera seguir viviendo sin lamentar nada, vivir libre, sin ataduras del pasado que me hagan dudar u obstaculizar el bienestar de mi día a día y sobre todo, el poder hacer algo grande o pequeño por mí y los que me quieren. Este debería de ser por igual, el santo rosario para los políticos y, en vez de hablar en primera persona, decir: por todos aquellos que han votado por mí, que han creído que puedo hacer algo por ellos, que es a la vez, hacerlo por todos.
Pero, no es así. Un presunto ladrón y sus secuaces penetran a mi hogar pero, es una falsa percepción, elucubraciones mías que veo fantasmas donde sólo hay actores en un circo o quizás, podrían ser hasta políticos, bueno, casi lo mismo. Presuntos desconocidos dan muerte a un presunto raso de la Fuerza Aérea, pero al parecer, esto es parte de las concepciones erradas que tiene la población sobre seguridad ciudadana. Un presunto Tte. Coronel policial ultimó con un supuesto fusil a un presunto asaltante que presumiblemente andaba acompañado de otros tres supuestos, que “asigun” asaltaron un colmado del aludido presunto coronel. Supuestos ladrones roban jeepeta de la “defensora del pueblo”, causándole un aparente moratón en su frente… ¿….?… ¡Supuestos y suposiciones!
El presunto incriminado en la muerte del ex-rector de la UASD, es cambiado de cárcel por su grave estado de salud, que no bien pasadas 48 horas, retorna a la misma cárcel curado y “sanito”, como si el Perínclito, antiguo dueño de esos terrenos, lo haya curado “milagrosamente”. Pero, los alegatos para tal acción, por equis o por ye, la sospecha es que fueron artimañas políticamente mal elaboradas.
Pero, todo lo anterior es mentira, porque cosas como estas nadamás se producen en la mente de un pueblo jugador, que sueña con cosas estrambóticas para ir a jugar la Lotería. Quizás, sólo quizás, como producto de la presunta hambre de todo lo que padece.
Las propagandas aviesas, grotescamente urdidas con el propósito de presentar en la mente de este pueblo, que todo es una falsa impresión sobre la peste de “supuestos” y “presuntos” delincuentes de cuello blanco, manos de seda y de harapos, que ya han creado una psicosis de inseguridad que hasta los propios funcionarios se sienten cohibidos cuando envían sus hijos a los colegios, con o sin escoltas, o los adolescentes salen a divertirse sin importar la hora, nos conducirán a una catástrofe pero, prefieren pagar bocinas y plumas para crear la percepción de seguridad que ni ellos mismos se la creen.
Todo lo que se diga sobre esto, son simples versiones capciosas vertidas por “palomas que le quieren tirar a las escopetas”.
Ese es el Inri infamante con el cual pretenden escamotear la verdad. Pero, aun así, estamos solos; los principios y la moral han huido despavoridos ante la agresividad e indolencia de estos políticos y sus descarnadas políticas, constituyendo lo peor del caso, que tampoco hay chapulines fuera de la estructura gubernamental que nos den esperanza alguna, porque cuando han estado en el poder, han hecho lo mismo, sin querer aprender de aquellos sabios, como Aristóteles, cuando sentenció que: “ninguna religión desaparece si no surge otra mejor que la sustituya”. Pero este axioma no es religioso, porque igual se aplica a la política y todas aquellas cosas que inciden en el ser humano.
Es por todo eso, que mientras nuestras instituciones permanezcan cautivas por políticos indolentes y, las fuerzas del orden bajo el control y usufructo de los “espalderos”, el cambio continuará de rumba, por encumbrados e indelicados lares. Así nomas. ¡Si señor!
