Opinión

ESTO PIENSO, ESTO CREO

ESTO PIENSO, ESTO CREO

Cínicamente o no, en el fondo, subyace el veneno

 

Nos están conduciendo a creer que la verdad en realidad no importa, sino que lo único importante en el mundo, es la apariencia o percepción de verdad. Quizás sea parte fundamental del modernismo, de los adelantos conceptuales, de las influencias tormentosas de este vivir eternamente en una guerra de información a la cual se nos hace imposible escapar, no lo sé, pero, a medida que progresamos, las verdades pierden su forma y su fin, complicando el creer y el saber de los hechos comunes.

Se ha dicho que el peor enemigo del ser humano, está constituido por esas fuerzas que se reprimen dentro de sí y lo llevan a pensar, en su momento, como expreso el famoso Pintor, escultor y creador junto a Georges Braque, del cubismo, el español Don Pablo Ruiz Picasso, que; “le había tomado cuatro años para pintar como Rafael pero, toda una vida para pintar como un niño”, y es que por igual nos cuesta encontrar la verdad dentro de este avasallador y engañoso mercado de la propaganda política.

Tan oscuro y mezquino, que aun y esta verdad fuera un diamante perfecto, cuesta encontrarlo dentro de este estercolero, lleno de politiquería y falsas piedras de pulido vidrio común.

Pero nada, absolutamente nada de lo que ha pasado hasta el momento nos es extraño. Todo ha sido y continua siendo un proceso, en algunas etapas lento pero, continuo; la degradación institucional y la proliferación en los medios de comunicación de personas, cuya baja moral y ética ha contribuido a esta degradación criminal de los diferentes estamentos del Estado llamados a proteger y dar continuidad al ente motor de la existencia de nosotros como nación y que hoy, simplemente son etiquetadas como “Bocinas”, que emiten sólo el sonido que les indica determinado funcionario o “Líder” político, siempre y cuando reciban su pago.

Junto a la falta de institucionalidad, camina la burla, como resultado de la pérdida de credibilidad, lo cual nos lleva a creer que todo está cubierto por el engaño y las manipulaciones perversas de nuestros “Líderes” y sus súbditas “bocinas”. Aunque hay que admitir que muchos de estos “Comunicadores” se dejan conducir en sus opiniones como si fueran animales hacia el matadero. Y es que funciona como esa tendencia ancestral de “glorificar” al “blanco” o “Jefe” y quedar deslumbrado ante el “espejito”, aunque muchos no lo hacen de gratis sino, a sabiendas, para luego pasar su factura.

Para qué enarbolar, dentro de este pasado hecho atmosférico, que; “Principalmente bajo la instrucción del Jefe de Estado” se hizo tal o cual cosa, lo que trae a colación los loas al Perínclito de San Cristóbal, donde no se movía una hoja que no fuera por sus “enaltecedoras instrucciones”, porque entonces, ¿para qué están los funcionarios?.

Para qué continuar que todo es por obra, gracia y el “gran espíritu del Excelentísimo”. Por qué continuar con esas alabanzas a la persona que solo está cumpliendo con las cosas para las cuales fue elegido pero, así somos, hemos sido y seremos.

Dicen que hacer el bien no te hace ser bueno, solo te vuelves más egoísta. Y vaya usted a ver que fue una real y verdadera guerra de propaganda, si Mauro no estuviera preso, perdón, “Interno”, sin lugar a dudas se la hubiera indilgado pero, al parecer, dejo buenos alumnos.

Fue toda una olimpiada de manipulaciones mediáticas y grises presagios que para la gran mayoría, solo fueron “buenas intenciones y preocupaciones” de los líderes políticos y funcionarios, que sin embargo, constituyeron el mejor acto circense para servir a la causa política, a la guerra de intereses que se lleva a cabo, unos en busca de cambiar el panorama, y otros para hacerse los “buenos”; otros tantos, que vieron las oportunidades que les podría brindar la montada tragedia para la ya visualizada campaña electoral. ¡Sí señor!

El Nacional

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