Opinión

ESTO PIENSO, ESTO CREO

ESTO PIENSO, ESTO CREO

Libelos… todo es puro chantaje

Porque… “Ustedes son un monstruo de muchas cabezas”.

Buen sábado en la tarde para hablar de amores, tanto de los que se van como los que llegan pero, es casi misión imposible, porque hay miserables, sustentadores de odios y envidias, que al creerse dueños de la pelota, el guante, el campo y hasta los árbitros, falsamente se “endiablan” y continúan soltando dinero a troche y moche para buscar venganza, asesinando honras renegadas a participar en su asociación de malhechores con y sin uniforme.

 Y eso, simplemente no va a ser sencillo. Sus mentiras se desmoronan como castillos de arena. Utilizan “periodistas” y leguleyos desacreditados como bocinas. Personajes estos que deambulan de oficina en oficina “buscando lo que sea”, facinerosos con nombres y sin ellos que toda vez que crean una nueva fabulación, pésima y absolutamente peor montada, salen a la luz el amo que paga, el difamador corrupto que se esconde en palacetes, ridículos cubiles y manchados uniformes, para tratar de manchar honras sin ser lo suficiente “hombrecitos” para dar la cara. Porque el lodo está en sus frentes, mientras hay estrellas inapagables en el cielo y en otras frentes. Así de simple, así de sencillo. Todo es puro chantaje.

 Utilizan libelos con estolas de pulcritud e imparcialidad, siempre y cuando no entre en  juego el poder y poderoso caballero don dinero. Es por esto que el hombre de bien, padece de vergonzosas acciones en apariencia anodinas, producto del estado de desorganización social que estamos soportando, producto de la desaparición casi total de las normas, principios y valores que deberían de ser comunes, en esto que nos damos el lujo de llamar sociedad.

 Pretenden matar a como dé lugar a todo aquel que no participe o se oponga a sus indelicadezas y como se dice en el “Cartel de Los Sapos”; “hablo con el sanitario, no con el bollo”. En este caso, no me refiero al dueño de la casa, ni quizás al energúmeno que se encarga del sanitario, sino, directamente a todos los “bollos”. Esos mismos que hacen uso de trapisondas y lenguaje mutante para ocultar su bajeza, deshonestidad e ineficiencia en las cosas de Estado, no así para las “indelicadezas”.

 Se asocian como lo que en verdad son, malhechores, malandrines parlantes que utilizan lenguaje arrogante, arrollador y difamante para ocultar su asqueroso accionar,  con el sólo propósito de acorralar el hombre de bien en “creativas jaulas de inseguridad y desesperanza”.

 Y lo peor es que nos estamos acostumbrando a ese modus vivendi de dejar hacer, dejar pasar, mientras el manto de la ineficiencia, el apañamiento y la corrupción  nos quiere estrangular.

 Quizás por eso estoy enteramente de acuerdo con un verdadero profesional,  que honra el periodismo nacional, quien expuso que “imponer el orden y la ley en este país es la revolución que nos hace falta. Parece que será necesario que un día estalle una revolución…”. Aunque, ya por demás se había dicho que “es doloroso, pero la Historia ha demostrado que sólo de las grandes crisis pueden surgir grandes soluciones”. Y al parecer, en medio de esta crisis amoral, ese día, ese bendito día, al parecer no está lejos.

 Mientras tanto,  y sin ceder un ápice, vamos a relatar la anécdota japonesa del tiburón en el estanque de los peces, para mantenerlos vivos y en movimiento recomienda “… si ya lo encuentras en el tanque, déjalos que se muerdan entre si, que no te asusten sus dientes ni sus trampas…sigue alerta, pero siempre ¡fresco!”. Así es, porque siempre habrá tiburones donde quiera que uno vaya. Amén. ¡Si señor!

La historia no es una ciencia; es el arte de mostrar una cara limpia y esconder un culo siniestro”.

L. Marechal.-

El Nacional

La Voz de Todos