Opinión

ESTO PIENSO, ESTO CREO

ESTO PIENSO, ESTO CREO

Como da la gota de agua en la piedra; el mismo tema tabú

Porque… “El hombre es una imitación burlesca de lo que debe ser”.

Toda vez que se trata el tema militar, sobre todo en los países subdesarrollados que normalmente cuentan con un bagaje cultural, por igual perteneciente al tercer o cuarto mundo, es que,  aflora una crisis o se pretende encubrir una, dependiendo de quien lo trate, ya sea el estamento político o el militar. Por eso, en una actitud poco usual en un político fuera de las campañas eleccionarias, el Presidente del Uruguay, José Mujica, consideró que la sociedad tiene una actitud torpe al no permitir la completa integración de las fuerzas armadas, porque si en un futuro, alguna crisis económica deriva en una crisis social, los cuerpos armados serán la verdadera garantía para “cuidar el funcionamiento institucional, obligar a respetar la democracia y que no existan aventuras golpistas”.

 Viene el lobo, viene el lobo y nada. Nos relajamos y proseguimos atropellando y permitiendo que las fuerzas armadas se conviertan por si mismas o por instancia de la maldita reina –la política-,  en pocilgas morales e ineficiencia inaudita. Por lo cual, estos dos ingredientes me llevaron a decir en varias oportunidades que “si las fuerzas armadas hubiesen sido una empresa, hace años que estuviese cerrada por quiebra”. Lamentablemente, el paso de los años y la gestión de algunos “ministros” –me gusta la palabrita-, ineficientes, corruptos, indelicados, teóricos infuncionales y sin carácter, me han dado, penosamente,  más que la razón.

 El presidente Mujica destacó que este es un tema de enorme profundidad pero, al mismo tiempo olvidado y, entre otras cosas, enfatizó que a las fuerzas armadas de hoy se le quieren indilgar la responsabilidad de cosas que pasaron hace muchos años. Con esa actitud “dejamos de costado, como despreciados, a nuestros cuerpos armados”.

 Me parece estar leyendo una crónica dominicana. Con esto no pretendo liberar a las propias fuerzas armadas de esta real, ofensiva, despreciativa y humillante realidad, por la cual están pasando, no señor, muy por el contrario. La arrogancia, corrupción y prepotencia de muchos mediocres y otros teóricos infuncionales, fracasados en cada gestión llevada a cabo y con una estela maloliente sobre la moral, se han encargado de darle más que motivos a todos aquellos críticos de la honrosa profesión militar.

 “En todo caso, los tenemos como a un perro peligroso, atado en el fondo, no lo queremos ni mirar mucho y, sin embargo, está integrado y hecho por hombres de nuestro pueblo y de nuestra sociedad…”. Y a esto, obligatoriamente hay que agregar, con una preparación académica que muchas profesiones liberales e instituciones civiles,  desearían contar con ellas. La currícula de un oficial joven, vamos a decir, con unos veinte y tantos años en las fuerzas armadas, es simplemente increíble, aunque lamentablemente, no son los mejores precisamente, los que llegan a ejercer el alto mando, aquel que puede producir los cambios éticos, morales y organizacionales,  que necesita con urgencia nuestro estamento militar.

 Cuánta claridad de la situación militar. Qué coraje moral y político mostrado por el presidente Mujica. Cuánta verdad sacada a flote. Carajo, es por eso que la izquierda en muchas ocasiones y más en voz y hombros de aquellos que llegan a jefes provenientes de esa corriente, le dan una pela de “calzón quitao”, a muchos derechistas engreídos, que esconden la cabeza para no ver la realidad putrefacta que arropa nuestra sociedad e instituciones, con la misma potencia y velocidad que nos ha llegado la tecnología, con la cual, los teóricos infuncionales se han aliado para llevarse de por el medio los valores éticos y morales.

 ¡Camarón que se duerme…! Es posible que cualquier semejanza sea pura coincidencia con nuestra realidad, pero creo que a este último decir del presidente Mujica se le debe poner bastante atención, dicho con humildad, sencillez pero, con un peso moral y de conocimiento que llama a la meditación profunda y a ponerle atención al caso: “Creo que asumimos una actitud torpe, torpe con el futuro, con el porvenir, porque la gran garantía de todas las luchas del pueblo (…) por mejorar, por distribuir mejor, se va a poner a prueba, no sé cuándo, algún día, cuanto más lejos mejor, cuando alguna crisis mundial nos traiga una crisis de reparto”.

 Se dice que el dominicano pone candado después que le roban pero, “es torpe una nación que no se ocupa de la salud política, moral, ética y del grado de compromiso de sus cuerpos armados”. Y lógicamente que el leproso no se va a curar a si mismo mientras los indelicados, corruptos y serviles sean quienes manipulen el mando. Todo doloroso pero, así mismito es. ¡Si señor!

“…a los hombres se les debe juzgar, no por lo que dicen, sino por lo que hacen”

Karl Marx.-

El Nacional

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