Opinión

ESTO PIENSO, ESTO CREO: Por la propaganda y publicidad, no sabemos dónde nos perdimos

ESTO PIENSO, ESTO CREO: Por la propaganda y publicidad, no sabemos dónde nos perdimos

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Cosas simples, en apariencia, pero que nos hacen cuestionar tantas cosas que fácilmente nos pueden llevar a la locura o la desubicación total, de si estamos en o fuera de; si vemos o creemos ver y hasta si pensamos o creemos pensar. Nos muelen literalmente a palos, y en vez de atacar, nos refugiamos en un rincón a lamernos las heridas y emitir tímidos quejidos, con la esperanza o creencia de que en realidad nos escucharán o se detendrá el castigo.

¿En qué momento de nuestra historia perdimos el rumbo, si es que alguna vez lo tuvimos? No quisiera pensar que fue en el momento mismo de nuestro nacimiento como Nación, cuando los políticos iniciaron sus negociaciones para nombrar quien sería llamado Padre de la Patria y para salir del tranque y complacer a todos, fabricaron el famoso Trio. ¿Será desde esos tiempos? ¿Será esa la causa que hoy un solo partido haya parido cual si fuera un conejo, donde solo han cambiado las nomenclaturas de los nombres pero, el gen que produjo la primera división celular permanece en el torrente sanguíneo hasta de los “ventorrillos” y “Líderes” suplentes, incluyendo, hasta una casta militar política-espaldera?

Este pueblo ha sido un instrumento de los políticos egocentristas, corruptos y cobardes. Si, cobardes, porque en su momento han adoctrinado y reclutado lo mejor de la juventud, para utilizarlos como carne de cañón, mientras se mantenían y mantienen refugiados en su oratoria y arengas que llegado el momento, los dejan abandonados a su suerte mientras ellos prosiguen en el desarrollo de su “liderazgo” y sobre todo, de su ego.

No hay que poner ejemplos ni hacer referencias, porque la historia es muy reciente, tanto así, que siquiera se ha escrito pero, si conocido el cómo a la hora de tomar el mando para ejercer su liderazgo, ha faltado el coraje y los colgantes para hacerse responsables, mostrando una conducta como si fueran la famosa pantera rosa, por la izquierda que es más fácil.

Hemos llegado a un estado tal, que me cuestiono como sobrevivimos en medio de esta difusa pero, cruel guerra a la cual nos vemos sometidos los 365 días del año, cuando no, 366… ¡¿Cómo?! ¿Será acaso que ya somos insensibles al engaño? ¿A la publicidad engañosa y esa propaganda malsana, que se mueve del gris al blanco o al negro con una velocidad vertiginosa, solo con el propósito de jugar con nuestro sano juicio que en unas, nos hacen sentir culpables de nuestras desgracias, yen otras nos dirigen como ovejas detrás de la que carga el cencerro, por caminos que siquiera nos damos cuenta que lo estamos transitando?

Ante tal avalancha de incongruencias, de falsías y burdos engaños, es posible que ya deberíamos de estar curados, sin asombros y simplemente admitir, que somos un pueblo pendejo, donde cualquier leguleyo o “tigüere” de barrio, con su verborrea de tinte artificioso o de trinchera, hace lo que le viene en ganas con nuestra seguridad en general y hasta de nacionalidad. Me parece, que el problema de esta generación de políticos, está condicionada por el síndrome de adanismo que corroe su ego.

Por eso, muchos se cuestionan por qué nuestros “representantes” no legislan y velan por los intereses del pueblo o la región que los haya elegido, sino, que cual mansas ovejas, se dejan dirigir por un comité o por un partido. Y la razón es simple, porque desde antes de tomar posesión, ya están pensando en la reelección. Quienes los eligieron y el pueblo mismo, les importa un carajo. Justo ahora, tenemos un gobierno indefinido en sus principios. No se sabe si son los mismos de izquierda que enarbolaban la bandera de la apertura, del progreso y libertad del pueblo, o, es una izquierda aburguesada, renegada de sus orígenes, o por el contrario, es una derecha descarada, abusiva, inmoral y sobre todo, clientelista y corrupta

No se quiere admitir la existencia del caos pero, está como cáncer con metástasis en cada rincón del Estado y la sociedad en sí; propaganda y publicidad para el engaño, hasta que explote la tambora. Sí, porque es quizás, el mismo modelo mesiánico, “socialista” y clientelista, que ha llevado a las puertas del abismo a Venezuela; Bolivia y Nicaragua, donde después de reprimir al pueblo por rebelarse ante lo que todos ven y padecen, el antiguo guerrillero, vuelve a presentarse con su discurso de trinchera, lavándose cobardemente las manos, algo parecido a lo que ocurre aquí. Continuaremos en la próxima. ¡Sí señor!

El Nacional

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