Opinión

Euclides y el PLD

Euclides  y el PLD

En la República Dominicana son muchas las personas que ejercen la política y ocupan posiciones preponderantes, lo cual les da una vigencia pública, sin haberse leído un sólo libro de política y sin conocer siquiera la historia de nuestros hechos más trascendentales. A muchos de ellos les resultaría incluso difícil definir el concepto de la política en su carácter de ciencia y algunos se retirarán de la política sin saber de la existencia de Max Weber, quien en el ”Político y el Científico” valoró en alto grado la vocación en la actividad política. Es por eso, que cuando el historiador y connotado discípulo de Juan Bosch Euclides Gutiérrez Félix dice que en el PLD no están locos y que son políticos profesionales, sabe perfectamente lo que dice.

Sobre la base de las conjeturas y de ucronía es difícil salir victorioso ante un PLD, que si bien enfrenta las dificultades típicas de las luchas por el poder, en la práctica, sus dos líderes: Leonel Fernández y Danilo Medina, han obrado muy distinto a como lo hicieron nuestros líderes políticos desde la fundación de la República, que fueron incapaces de salvar diferencias para fortalecerse y evitar procesos involutivos. Ese es el sentido estricto de la frase del profesor Gutiérrez Félix.

Guardando la distancia del tiempo y por ende del comportamiento de los actores políticos, debemos recordar, que Buenaventura Báez fue el pupilo de Pedro Santana y terminaron mandándose al exilio. Pero es Juan Pablo Duarte quien integra a Pedro Santana a la obra de la independencia y todos conocemos la triste historia. Pero un simple recorrido por la gesta restauradora nos presenta la díscola actitud de nuestros líderes y de seguro que eran objeto de burlas en sociedades más avanzadas.

Después de la muerte de Ulises Heureaux el 26 de julio de 1899, Horacio Vásquez y Juan Isidro Jimenes iniciaron como aliados, pero se enemistaron y tampoco pudieron consolidar el Estado. Algunos dominicanos pensaron que si Ramón Cáceres y Horacio Vásquez fueron capaces de unirse para dar muerte a Lilis, así podían hacerlo desde el poder, sin embargo no ocurrió así, se enfrentaron y hasta olvidaron sus lazos familiares. El movimiento unionista que aglutinó a horacista y jimenistas en torno a Carlos Morales Languasco fue el preludio de grandes confrontaciones sociales.

Por razones de espacio no tocaré el caso de políticos contemporáneos que tampoco fueron capaces de compartir sus glorias. ¿ Ha sido éste el caso de Danilo Medina y Leonel Fernández? La respuesta amerita un no napoleónico. En los momentos apremiantes han obrado con sentido común y como políticos profesionales. La solidez del PLD como entidad política ha sido clave.

El Nacional

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