El ministerio de Obras Públicas inició ayer un operativo destinado a disminuir los accidentes de tránsito en las 14 provincias de la zona norte durante el período navideño cuando se incrementa notablemente el flujo vehicular por autopistas y carreteras.
Ese programa preventivo y de asistencia abarcará los corredores viales que comunican a municipios de las provincias Monseñor Nouel, La Vega, Espaillat, Santiago, Duarte, Sánchez Ramírez, Hermanas Mirabal, María Trinidad Sánchez, así como Montecristi, Santiago Rodríguez y Dajabón.
Se presume que tan útil iniciativa incluiría también a las autovías y carreteras de las zonas sur y este por donde también se desplazan miles de vehículos, con reportes de accidentes provocados la mayoría por exceso de velocidad e imprudencia de choferes y conductores.
Durante todo el año, la Comisión Militar y Policial de Obras Públicas mantiene un efectivo programa de protección y asistencia vial que será ampliado y reforzado con motivo de las festividades de Navidad y Año Nuevo, lo que sin dudas ayudará a salvar vidas y disminuir percances.
Como se sabe, los accidentes de tránsito constituyen la primera causa de muerte, invalidez y ausentismo laboral en República Dominicana, que figura como uno de los países con mayor número de decesos por colisiones y vuelcos en calles, avenidas y carreteras.
Aunque más de 400 vehículos, incluidos camiones talleres, ambulancias y grúas serán desplazados por autopistas y corredores de la región norte, de nada serviría tan loable esfuerzo si los conductores manejan en forma temeraria o intoxicados con alcohol. Conducir con responsabilidad es la mejor forma para no tropezar con la muerte.
“Reenganche”
La mayoría de los ayuntamientos adoptó a perpetuidad el sistema de “reenganche” para poder cumplir con el pago a sus empleados del sueldo 13, que consiste en renovar cada año un préstamo bancario equivalente al monto a distribuir.
El Congreso aprueba cada diciembre una ley que autoriza al Banco de Reservas a conceder esos créditos que se renuevan cada año, sin que los alcaldes se fijen como meta ahorrar para pagar con recursos propios la regalía pascual. Ese “reenganche” refleja pobre e ineficiente administración.
