Opinión

FA  y Policía

FA  y Policía

Hasta hace poco, las Fuerzas Armadas junto a la Iglesia Católica, eran las dos instituciones mejor valoradas por la sociedad dominicana. Con la Policía Nacional no sucedía lo mismo. La población siempre ha guardado reservas con relación a la integridad de esta institución.

En los últimos años, y en la medida en que muchos militares han aparecido envueltos en hechos criminales, la imagen de los cuarteles ha ido cambiando, y crece el número de dominicanos que ha dejado de creer en la honorabilidad de las Fuerzas Armadas.

De ningún modo esto quiere decir que todos los militares son iguales. Es casi seguro que hay más militares honestos que deshonestos. El problema es que la inconducta de los menos, termina afectando el buen nombre de los demás.

En una sociedad que se degrada paulatinamente, como la nuestra, es imposible pensar, que cualquiera de sus instituciones va a permanecer indemne, y sus miembros no van a ser contaminados. Ese es el caso de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

Más que ninguna otra infracción, ha sido el narcotráfico lo que más daño le está haciendo a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional. Pero si el tráfico de drogas ha sido dañino, peor ha sido el contubernio y la flojera de los oficiales superiores, que ocultan y de alguna manera protegen a sus compañeros de armas.

Sea por espíritu de cuerpo, o  por una especie de solidaridad mal entendida solidaridad,  históricamente los militares y policías, pretendiendo protegerse entre sí, han levantado un muro de impunidad, que, a la postre, ha terminado empañando el prestigio y la buena imagen de ellos.

Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, sin rubor y sin contemplaciones, por el bien de ellas mismas, tienen que permitirle a la Justicia extender su brazo, apresar y juzgar a los delincuentes, sin tomar en cuenta el rango o la jerarquía que ostenten.

La complicidad y la impunidad son los mejores aliados del crimen y la delincuencia. Los militares y policías son los garantes de la sociedad dominicana, y, si ellos fallan, no habrá chapulín que se apiade del pueblo dominicano.

La profilaxis en las Fuerzas Armadas y la Policía, debe ser ampliada y sostenida.

El Nacional

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