El ministro de Industria y Comercio se encuentra desde ayer en Bruselas Bélgica, al frente de una delegación oficial que asumirá la defensa del país tras la demanda realizada por Costa Rica ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por la decisión de aplicar aranceles a 26 artículos procedentes de ese país y otros de Centroamérica.
El licenciado José Ramón Fadul integra la delegación junto a la directora de Comercio Exterior de esa entidad, licenciada Yahaira Sosa Machado y el embajador ante la OMC, licenciado Luis Manuel Piantini.
En Industria y Comercio se informó que técnicos de ese organismo elaboraron un documento que servirá de base al país para dar respuesta a la demanda presentada por Costa Rica. República Dominicana, según las normas de la OMC, dispone de un plazo de 10 días para presentar su defensa ante la demanda realizada por Costa Rica.
Sin embargo, indicó la fuente que los detalles del referido documento serán dados a conocer más adelante.
Ahora es un proceso más complejo, que tiene connotaciones legales por lo que las declaraciones que se emitan deben ser previamente consultadas con los abogados y especialistas de las normas de las OMC, dijo.
Adelantó que en el transcuardo del día de hoy podría emitirse un primer documento indicando los pasos que dará el país ante la formalización de la demanda por las autoridades de Costa Rica el pasado viernes.
Costa Rica formalizó el pasado viernes una demanda contra el país debido a la decisión de colocar en forma temporal aranceles a productos de ese país que ingresan al mercado local, por éstos estar fabricados bajo regímenes fiscales especiales.
Previo a formalizar esa demanda, la ministra de Comercio Exterior de Costa Rica, Annabel González, dijo que República Dominicana cumpliría las exigencias de su país por las buenas o por las malas.
Esa declaración recibió el rechazo de las autoridades y asociaciones empresariales del país, entre éstas el Consejo Nacional de la Empresa Privada (conep), cuyo presidente, Lisandro Macarrulla, dijo que con esa posición beligerante, Costa Rica buscaba imponer una camisa de fuerza al país pra mantener ventajas en el intercambio comercial.
Lo lamentable del caso es que se pretenda imponer una camisa de fuerza a las relaciones comerciales entre los dos países y que se exhiban posiciones beligerantes que no se compadecen, ni con las prácticas vigentes en la materia, ni tampoco con el espíritu positivo que siempre han caracterizado los vínculos de los sectores productivos de Costa Rica y República Dominicana, expresó Macarrulla.
Otros dirigente empresariales, como Luis Núñez Acis, calificaron como un chantaje contra el país la demanda impuesta por las autoridades comerciales de Costa Rica.