Los puertorriqueños José Cheo- Feliciano e Ismael Miranda marcaron un hito en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua, no sólo gozando de una concurrida audiencia, sino por la forma en que la misma disfrutó de las salsas, los sones y los boleros interpretados por estos artistas.
La introducción al concierto no pudo ser mejor, el dominicano Rafael Labasta, a las 10:15 de la noche, después de ser presentado por Gustavo Olivo, interpretó la popular salsa Anabacoa, para de inmediato dejarle el escenario a Ismael Miranda que, elegantemente vestido de negro y rosado, inició su jornada con el tema Señor sereno. Antes de continuar con su segunda canción, una vez entrado en calor y habiéndose quitado la corbata, Miranda agradeció al público por apoyarle durante tantos años de carrera y por haber hecho de República Dominicana su segundo hogar.
Asimismo, invitó al público a dejar la timidez y a dirigirse a la pista, porque aquí se vino a gozar, y ese piso que está ahí es para bailar. Así que cuando empezó a cantar Borinquen tiene montuno la pista del teatro se llenó de parejas de bailadores, que entre el ir y venir de la noche también se disfrutaron La cama vacía, de la cual, como una expresión de satisfacción, dijo esta canción me mata. Del tema Careta sostuvo que cuando lo escribió no lo querían promover en ninguna parte, hasta que llegó a Santo Domingo.
A esta canción le siguió No me digas que es muy tarde ya, para luego, respondiendo a una petición del público, interpretar a capela algunas estrofas de Me voy ahora. Otros temas disfrutados por el auditorio fueron Las cuarentas, Así se compone un son, Cipriano Armenteros y María Luisa. Justo a la medianoche y con el mismo carisma y romántica espiritualidad de siempre entró al escenario José Cheo- Feliciano, interpretando su popular pieza Juguete, que fue tarareada por el coro de seguidores del artista segregado por todos los espacios del teatro. Además de brindar una actuación de calidad, Cheo se tomó su tiempo para interactuar con el público que, al igual que con Ismael miranda, no dejó de acercarse al escenario para hacerse fotos de cerca con el artista, y a pedir autógrafos en fotos, posters y carátulas de CDs. Luego de interpretar Ritmo alegre, Canta, medley A las seis/Niña- niña, Delirio y Los entierros de los pobres, Cheo llamó a Karen Hernández del público. La joven subió al escenario y Cheo le dijo que a través de ella le quería dedicar la canción Amada mía a todas las dominicanas. A la mitad de la canción, y con el ambiente burbujeante de tanto romanticismo, el novio de la joven entró a espaldas de ésta al escenario, y luego de colocarse a su lado le preguntó: ¿Te quieres casar conmigo?, lo que provocó gran euforia del público en gritos, aplausos y hasta lágrimas. Cheo luego interpretó Contigo aprendí, El ratón, medley El día que me quieras/Busca lo tuyo, Inolvidable y para cerrar la noche, ya pasadas las dos de la mañana, Anacaona. Demostraron que no fue de casualidad que su concierto se llamó Dos salseros de verdad, sino porque aun pasados los años, cuentan en el país con toda una legión de seguidores.
Políticos entre el público
Una noche histórica para la salsa de Ismael Miranda y Cheo Feliciano.
El público, integrado en su mayoría por adultos, disfrutó un repertorio de salsa, boleros y sones. Reconocidas figuras dijeron presentes, como César Pina Toribio, Alfredo Pacheco, entre otros políticos del país.