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“Fish and chips”, la vigencia de un plato británico esencial

“Fish and chips”, la vigencia de un plato británico esencial

Por Ouerdya AIT ABDELMALEK

LONDRES, 29 Ene 2015 (AFP) – Pescado, harina, papas y mucho aceite para freír. La receta del “fish and chips” británico es simple pero no cansa a sus devotos, que resisten firmes el asalto de otros platos estrella de la comida rápida.

“Si nos preguntamos por las cosas esenciales en el Reino Unido, pensamos en el palacio de Buckingham, los buzones y el pescado y patatas fritas”, dice Andy Gray, portavoz de los Premios Nacionales de Fish and Chips que llevan 27 años eligiendo el mejor lugar donde comerlo.

En su última edición, a finales de enero, la competición atrajo a más de 2.000 participantes en un país que cuenta con unos 10.500 puestos. Una moda que destaca el renovado interés en este plato que nació hace casi dos siglos en algún lugar entre Manchester y Londres y que compite con kebabs, currys y hamburguesas.

Frankie, un puesto de madera blanca plantado frente al mar, en Brae, en las islas Shetland de Escocia, es finalmente elegido el mejor de 2015, tras terminar segundo en 2014. ¿Su secreto? La frescura del pescado, proclama su jefe John Gold, quien explica que compra directamente a los pescadores del mar del Norte.

– “No hay secreto” –

En un video promocional, le vemos ir a husmear a las lonjas para elegir el mejor bacalao y eglefino, un pescado similar pero más barato, las dos variedades más comúnmente servidas. Luego hay que rebozarlo con una masa líquida espesa a base de harina y sumergirlo en aceite hirviendo a 190º, dándole una vuelta tratando de que no se rompa la capa crujiente que rodea al pescado y en cuyo interior se cuece.

Las patatas utilizadas se cortan gruesas, deben ser firmes y no muy dulces. “No hay secretos, no hay magia, simplemente hacer el trabajo correctamente”, dice Pat Newland, dueño de Poppies, que abrió sus puertas hace cuatro años en el barrio de moda de Shoreditch, en el este de Londres.

En el restaurante, sus clientes se sumergen en el ambiente de los establecimientos de “fish and chips” de los 1950, el que conoció Newland cuando empezó a los 11 años. Entonces se encargaba de recortar las hojas de periódico que servían, enrolladas en forma de cono, de envoltorio de las raciones de “fish and chips”, y que tenían la ventaja de absorber el aceite que desprenden.

La grasa es una de las razones de la mala reputación del plato, pero la asociación comercial del sector (NFFF, Federación nacional de freídores de pescado) recuerda que al fin y al cabo es pescado, y el pescado es muy sano. Además, da consejos a sus miembros para que sus raciones tengan menos calorías.

Pero el gran valedor del “fish and chips” es la nostalgia, lo que aquí llaman “comida reconfortante” -“comfort food”-, que sacia y transporta a la infancia. “A todo el mundo le gusta el ‘fish and chips’, todos recuerdan cuando lo comieron por primera vez, incluido el príncipe Carlos”, resumió John Gold. Para el diario The Guardian, con “255 millones de raciones consumidas anualmente, el ‘fish and chips’ está en auge, más que cualquier otra comida para llevar”

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