Orlando Gome
Una semana más, y se suma otra semana llena de informaciones falsas sobre el sistema de pensiones de la República Dominicana, con el expreso propósito de impulsar un sistema de reparto ya demostrado como fracaso histórico que convertiría el problema manejable de rentabilidad de los fondos actuales en un problema existencial y fuera de control para la economía dominicana.
En esta ocasión ha sido Antonio Taveras que ha sido citado diciendo que “el sistema de pensiones está manejado por cuatro bancos y el Estado le toma prestado ese dinero, el Banco Central para cubrir el déficit cuasifiscal y el Ministerio de Hacienda para cubrir déficit del gobierno, en estos momentos hay 560 mil millones de los cuales el 80 o 78 por ciento se encuentran en certificados en (sic) el Banco Central y Hacienda, en papeles, por lo que no están en realidad”.
La parte falsa (y sin entrar en tecnicismos sobre la diferencia entre grupos financieros y un banco), y quizás mal intencionadas, es afirmar que “no están en realidad”. Sugerir que las inversiones en certificados y notas del Banco Central, así como en los bonos de Hacienda implica que las mismas “no están en realidad” es lo mismo que afirmar que la papeleta de $100 pesos dominicanos que usted tiene en su cartera no existe en realidad y equivale a lo mismo que tener dinero de Monopolio. Es en efecto decir que la economía dominicana no existe, lo que claramente es falso.
Es cierto que los fondos de las pensiones están altamente concentrados en instrumentos de Banco Central y Hacienda, esto se debe a: (i) la Ley 87-01 de Seguridad Social, (ii) el Consejo Nacional de Seguridad Social, (iii) la Superintendencia de Pensiones, (iv) el Código Tributario, (v) la Ley de Mercado de Valores (vieja y nueva), (vi) la Superintendencia de Valores y (vii) el sector privado local, en ese orden.
El párrafo del artículo 97 de la Ley de Seguridad Social exige que las transacciones de títulos con los fondos de pensiones se hagan en un mercado secundario formal, por lo que las AFP tienden a hacerlo a través del único mercado secundario formal disponible que es la Bolsa de Valores de la República Dominicana, y lo hacen únicamente sobre instrumentos a los que la ley y el CNSS les autoricen hacerlo, que para sorpresa de nadie mayoritariamente son los instrumentos de Banco Central y Hacienda, y esto es así porque nuestro Código Tributario hace virtualmente imposible la colocación de acciones de empresas privadas en el mercado, lo que no es ayudado por una Superintendencia de Valores obsesionada con microgerenciar a todos los participantes del mercado y menos con un sector privado como el dominicano que no está acostumbrado a la transparencia.
Pero no tenga la menor duda, el dinero que aparece en su estado de cuenta de su AFP es tan dinero suyo y está ahí como el dinero que usted guarda en un banco, y ni las AFP, ni los empresarios, ni los sindicalistas y ni el mismo Estado puede tocarlo, salvo que usted se lo permita dándole cabida a estas mentiras para modificar la ley e instaurar el sistema de reparto que echará a perder su pensión.
