Editorial

Francisco en México

Francisco en México

El papa Francisco, el pontífice latinoamericano que impulsa una revolución ética, jurídica y apostólica en la Iglesia universal, arriba hoy a México en un peregrinaje de fe y esperanza con el que procura consolar a un pueblo fervientemente católico, flagelado por la violencia que genera el narcotráfico.
Previo a su arribo a la capital mexicana, Francisco sostendrá un histórico encuentro en el aeropuerto José Martí, de La Habana, con Cirilo I, patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, el primero en varios siglos que se realiza entre los dos líderes de la Iglesia católica de oriente y la de occidente.

La visita de una semana del Papa a México, segundo país con más católicos en América, reviste trascendencia para todos los pueblos del continente que tendrán en Francisco a un mensajero de la libertad, redención, perdón, comprensión y de respeto a los derechos humanos.

Más de cien millones de feligreses mexicanos aguardan por la bendición del Papa, que pronunciará al menos 13 discursos, homilías, ángelus y otros textos durante su recorrido por Ciudad México y otras seis urbes aztecas.

México será el púlpito desde donde Francisco dirigirá su mensaje redentor a toda América, convulsionada hoy por el recrudecimiento de la crisis económica, rebrote de violencia, crisis política e incremento de la pobreza y marginalidad.

No debe olvidarse que el Papa es hijo originario de estas tierras, que desde la poltrona de Pedro lucha contra la discriminación y la exclusión, aun en la propia Iglesia, que promueve la misericordia y la unidad y que se erige en tutor de la familia.

Los dominicanos participan del regocijo continental por la presencia en estas tierras de Dios del Santo Padre, con su discurso revolucionario y esperanzador, que sigue el pensamiento del beato Juan Pablo II, que siempre censuró el exagerado afán de lucro que encarna el capitalismo salvaje.
Los ruegos al Altísimo están dirigidos a que la visita apostólica de Su Santidad a México cumpla con el cometido de consolidar la fe, de ayudar a impulsar la paz y la justicia social en esa gran nación y que el mensaje de Francisco encuentre eco en todo el mundo.

El Nacional

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