Semana

Poesía Actual Dominicana: Frank Báez en el espejo de una indiferente crítica

Poesía Actual Dominicana: Frank Báez en el espejo de una indiferente crítica

Al analizar los poetas más destacados de los años 80 nos damos cuenta de que en su mayoría hay un estancamiento o una especie de pasmo poético

(3 de 8)

Uno de los fallos fundamentales de los poetas dominicanos es que no estudian poesía.

Hay una escritura automática o de oídas que le ha hecho daño al género y que no ha permitido el desarrollo de muchos. Si se analiza a los poetas más destacados a partir de los años 80 nos daremos cuenta de que hay un estancamiento, de que en la mayoría de ellos, a partir de determinado momento, se produce una parálisis, una especie de pasmo poético.

A esto debemos agregar que en sentido general nos acercamos a los textos de los demás escritores amigos, a partir de la denostación, la loa o el artero silencio. No se escribe o analiza de los libros abierta y sinceramente, sino a través de una crítica complaciente, de un chisme de patio o alta maledicencia, pero casi nunca utilizando el criterio honesto y directo, propio de cualquier caballero quien nunca elude del tú a tú en la lid.

Este introito para explicar lo que ha pasado con el poeta Frank Báez. Después de haber publicado el texto “Jarrón y otros poemas”, con Postales es que obtiene el foco, despertó ciertos demonios, que la fauna literaria enrumbara su vista hacia lo que él hacía. Pero si se revisa lo publicado en torno al libro, uno se da cuenta de que todo se quedó en lo que se dice oralmente, en lo que se cuchichea. Pocos fueron a fondo al texto o se abocaron a escribir y diseccionar el texto de forma responsable.

Postales es un libro de poemas escrito en un lenguaje claro, que roza la chatura. Hay que decir, simple en su transparencia y que a lo único complejo que se aboca es a la complejidad que determinan la vida de sus personajes.

En su texto se puede detectar el no leve influjo o la influencia de ciertos poetas sobre Frank. Entre ellos del estadounidense Allan Ginsberg. De ahí que inclusive hay un breve poema de Báez que es una paráfrasis de un verso de Ginsberg. Cito: “No he visto las mejores mentes de mi generación/ni me interesa (“Maullido”, titula irónicamente Báez)

Esta es una paráfrasis del poema Aullido: “Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura”. (Aullido, Allan Ginsberg)
Inclusive el propio título del texto del libro de Báez, Postales, parece haber sacado de la lectura fervorosa del texto del afamado aeda. estadounidense: “que se desvanecieron en la nada Zen Nueva Jersey/dejando un rastro de ambiguas postales del Atlantic City Hall.

Ha de destacarse incluso que hasta el nombre de la revista dirigida por el poeta Frank Báez, Ping Pong, y en la cual han publicado varios miembros destacados de su generación, fue sacado de uno de los versos de “Aullido”.

“Hidroterapia psicoterapia terapia ocupacional ping pong y amnesia”.

Estos referentes y avituallamiento del cual se vale (en múltiples ocasiones) la poesía de Báez, son válidos ya que obedecen a la amplia sed de un poeta que constantemente busca enriquecer sus textos, darle un aire de modernidad y sobre todo provocar y desestabilizar a lectores planos.

En ese sentido, Báez también demuestra su gusto por interponer referentes, historias, versos ajenos, cuando cita a la famosa Claudia del poema de Ernesto Cardenal en un poema amoroso:

“Los poetas seducían muchachas/y las inmortalizaban en sus versos/sin embargo cuántas Claudias hemos olvidado/cuántas Julietas cuantas Margaritas, cuantas Crisilandias.

El tomar versos ajenos, el uso de paráfrasis, se puede considerar como una actitud de Báez de afrontar la poesía con humor, con desenfado, con esa falta de seriedad que busca abordar la tragedia social que le circunda. “Autorretrato” es parte de ello. Y lo digo, porque nada más lejos de la realidad de que el poeta Báez ha sufrido lo padece el personaje. Su posición social y su status no le permiten quizás la experiencia del que ha sido pateado por pertenecer a estas bajas esferas sociales. Aunque esto no tenga que ver con el acierto literario logrado.

Báez es, en cierto sentido continuador de un humor que en la poesía dominicana ya anteriormente había tenido exponentes como Pedro Pablo Fernández, Apolinar Núñez, Juan Freddy Armando, entre otros.

Montado en un urbanismo, en un humor que para muchos podría parecer erróneamente extemporáneo, Báez ha construido una poesía que habrá de crecer a lo largo del camino que le resta por recorrer, pero que ya ha empezado a establecer con claridad su impronta. Es una poesía, que como dije, tiene sus riesgos, y sus muy particulares vuelos.

Podrán decir algunos que “Postales” es un libro poco literario, un libro que a puristas y ochentistas escandalice, pero es un texto en el que Frank Báez demuestra que a la hora de sentar su decir poético no tiene camisas de fuerzas y que su poesía es para enfrentar con humor la existencia.

Frank Báez ha construido una poesía que habrá de crecer a lo largo del camino.

Báez es, en cierto sentido, un continuador del humor en la poesía dominicana.

El autor es periodistas y escritor.

El Nacional

La Voz de Todos