SAN DIEGO. Las historias sobre el prodigioso poder de Franmil Reyes siguieron al toletero de 6-5 pies y 275 libras en las Ligas Menores. Reyes, llamado a los Padres a principios de este mes, finalmente tiene la oportunidad de exhibirlo en Petco Park.
Él no ha decepcionado.
El jardinero derecho novato pegó su tercer jonrón de la temporada -y fácilmente su más majestuoso- enviando a los Padres a una victoria de 9-5 sobre los Marlins el martes por la noche.
Reyes giró contra un deslizador 3-1 de Dan Straily y lo envió 442 pies en la sección más a la derecha de la cubierta superior del campo izquierdo, territorio enrarecido en Petco Park.
“Él me hizo ese lanzamiento en el primer turno al bate cuando me golpeó”, dijo Reyes. “Hice un ajuste…Y cuando vi el conteo, 3-1, pensé que venía con el mismo lanzamiento, y me preparé para eso”.
La explosión de Reyes en la sexta entrada -un cohete con una velocidad de salida de 109.8 mph- puso a los Padres arriba, 5-4, media entrada después de que perdieron una ventaja de dos carreras.
“El jonrón de Franmil Reyes nos despertó nuevamente”, dijo el mánager de los Padres, Andy Green. “Esa pelota fue aplastada”.
Reyes destrozó el pitcheo Triple-A por el primer mes y medio de la temporada. Los Padres, con un outfield destrozado, pensaron que a mediados de mayo era el momento adecuado para echarle un vistazo a Reyes contra la competencia de Grandes Ligas.
Tras su llamada, Reyes instantáneamente se encontró en un atolladero en el plato. Eso podría estar llegando a su final. Ahora ha pegado de jonrón en juegos consecutivos, y en la cuarta entrada el martes, quemó un cohete de 115 millas por hora al campocorto.
“Pienso que estaba ansioso cuando llegó”, dijo Green. “No es sorprendente. Él quería hacer mucho realmente rápido. Puedes ver cómo se va asentando… Parece más relajado, parece más a gusto”.
