El poder cautivador de las dos semifinales de la Copa Confederaciones ha eclipsado totalmente otras noticias importantes en el mundo del fútbol como son la contratación del entrenador Carlo Ancelotti (ex Paris S.G) por el Real Madrid, los problemas con el fisco español de Lionel Messi y la celebración del Mundial Sub-20 de Turquía.

Así es el fútbol.

Esta tarde, cuando este ejemplar llegue a sus manos en Belo Horizonte, la selección brasileña se enfrentará a Uruguay protagonizando un verdadero clásico mundial.

La selección local se ha enfrentado en 72 ocasiones a Uruguay y, la radiografía numérica nos recuerda que los brasileños han ganado 33 de esos enfrentamientos en tanto que Uruguay se ha quedado con la victoria en 20 ocasiones y han empatado 19 veces.

Este partido no es uno más. Para nada. Es sumamente importante, sobre todo para Brasil porque, en calidad de anfitrión tiene la obligación de llegar al Maracaná para disputar la final y, ganarla.

Cualquier resultado que no sea la victoria de Brasil, será un verdadero fracaso que agravará las interminables protestas de una gran parte de la población que cuestiona las sumas millonarias invertidas en la construcción y/o remodelación de los estadios así como la sobrevaloración de las mismas.

Brasil no está jugando bien. Brasil ha dejado atrás el * jogo bonito * pero, tiene a Neymar y gana.

Uruguay siempre está al borde del abismo pero, saca su tradicional garra charrúa, y logra sobreponerse además, cuenta con excelentes delanteros como lo son Edison Cavani, Luis Suarez y Diego Forlan.

Para esta tarde, previo al encuentro está prevista una manifestación que convocará entre 80 a 100.000 personas por lo que las autoridades locales han tomado extremas medidas de seguridad. Abrirán las puertas del estadio cuatro horas antes y transportaran a los integrantes de la selección brasileña en helicóptero desde el hotel al mismo estadio.

Todo esto no le hace bien al fútbol pero, el pueblo tiene derecho a manifestarse y demostrar su descontento con la política social del gobierno.

Mañana, en Fortaleza, se disputará la otra semifinal que representa un verdadero clásico del fútbol europeo.

España, campeón del Mundo y de Europa, se enfrentará a Italia en un partido que reeditará la gran final de la pasada Eurocopa.

España atraviesa un momento esplendido y es la selección record ya que ha llegado a 28 partidos internacionales invicto en tanto que Italia está llena de dudas.

Cesare Prandelli no podrá contar con un jugador importante como Mario Balotelli y, dado que en los últimos encuentros ha recibido 8 goles, se ve en la obligación de hacer ajustes en la línea defensiva.

Los españoles parten como claros favoritos pero, en el fútbol nunca se sabe

Brasil vs. Uruguay y España vs. Italia, dos extraordinarias semifinales que producirán una final entre, lo mejor de América y lo mejor de Europa.

Lo de hoy y mañana sirve como aperitivo de lo que ocurrirá el domingo a partir de las 6 de la tarde en el mítico estadio de Maracaná cuando se dispute la gran final.