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FUTBOL SOLO FUTBOL

FUTBOL SOLO FUTBOL

Por ser  un consecuente  lector de  Rafael Molina Morillo,  recurro   a una de sus más recientes  publicaciones para intentar  justificar   mi falta de inspiración.

Ante la ausencia -sin previo  aviso- de   la genial musa inspiradora,   lo   escrito por este gran  maestro del periodismo  sobre situaciones similares, alivia mi sentimiento de culpa.

¿Entonces qué hago? ¿Escribo  trivialidades?

Jamás. Tanto por  ética como  por respeto a ustedes no puedo permitirme ese tipo de ligerezas.

Afortunadamente, tras mucho hurgar, recordar y leer viejas publicaciones   me surgió la inquietud siguiente: ¿Nuestro fútbol ha progresado?

Basándonos en el concepto que define el término progreso como un sentido de mejora en términos generales,  podríamos decir que sí.

Si consideramos  la cantidad de comercios que ahora se dedican  a la venta de productos exclusivos de fútbol, la respuesta también es afirmativa.

Otro aspecto revelador es  el auge que ha tomado  el  fútbol reducido en Santo Domingo,  con la construcción de  numerosas instalaciones de grama artificial. Esto antes no existía, por lo tanto, es evidencia de progreso.

Como consecuencia  directa de estas atractivas facilidades, una mayor cantidad de niños y niñas así como adolescentes de ambos sexos  están jugando  fútbol.

Pero, cuando llegamos  al  importante acápite de competencias nacionales, nos  surgen las dudas. Es ahí cuando aparecen los  recuerdos de   los otrora  exitosos torneos nacionales de primera división que producían una gran  rivalidad y convocaban a numeroso y entusiasta público.   

La implementación de la denominada Liga Mayor, que es  la mayor expresión competitiva del fútbol nacional, no  ha terminado de  cuajar ni convencer a nadie. Ni a los equipos, ni  jugadores, ni a los medios de comunicación  y, mucho menos, a los patrocinadores.

Los clásicos equipos  de   Moca, San Cristóbal, Jarabacoa  y el Distrito siguen estando ahí  jugando en sus tradicionales terrenos.

Moca, en el  del colegio Don Bosco, el cual ha sido  acondicionado y sus facilidades son aceptables aunque. la  superficie de juego deja mucho que desear.

En Jarabacoa, la gran “Sábana” de usos múltiples con  sus porterías anti-reglamentarias continúa siendo el recinto obligado.  No es el  idóneo, pero  es mejor que nada.

Los equipos del  Distrito Nacional son verdaderos nómadas. Esto porque, tanto el campo de fútbol del Estadio del Parque del Este como el del  Centro Olímpico,  están en pésimas condiciones.

Increíble pero cierto. Santo Domingo, la capital Primada de América no dispone de ningún  campo de fútbol apto  para disputar un partido de cierto nivel.

En este sentido, creo que somos únicos en el mundo.

San Cristóbal,  tiene el mejor  terreno del país y él mismo también lo disfruta  Deportivo Pantoja,  ocasional inquilino del   Estadio  Panamericano.  

Para seguir progresando es menester que nuestros jóvenes futbolistas tengan a quien imitar, se  esfuercen  para  llegar a competir en un torneo exigente, bien organizado  que se juegue en condiciones óptimas.

Considerando este último punto ¿Creen ustedes que hemos  progresado?

El Nacional

La Voz de Todos