Ley 108–10 de Cine y el fútbol nacional
La breve pero simpática visita que realizó al país Don Enrique Cerezo, actual presidente del Atlético de Madrid, club campeón de la Liga española de fútbol, inspiró este trabajo.
Contrario a lo que podrían pensar, la musa no surgió por la importante posición que Don Enrique ostenta al frente de uno de los clubes más prestigiosos del mundo, sino por una de sus actividades colaterales.
Paralelo a la responsabilidad que supone presidir al popular Atleti, Enrique Cerezo es un importante productor cinematográfico y, desde hace 16 años presidente de EGEDA, una entidad creada en el año 1990 que se especializa en la gestión de derechos de propiedad intelectual que defiende en España los intereses de los productores de audiovisuales.
Dicho de manera más simple, la gente de EGEDA son los vigilantes de los derechos de propiedad intelectual.
Pues bien, la visita de Enrique Cerezo y su vinculación con la industria del cine nos motivo a establecer una relación entre nuestro querido fútbol y la Ley 108-10 que incentiva la industria cinematográfica de República Dominicana.
Gracias a esta oportuna Ley, que fue inspirada en la existente en Colombia, la industria del cine criollo está experimentando un crecimiento sin precedentes y, cada día son más las producciones nacionales que disfrutamos y sufrimos desde su implementación.
Para entender la razón por la que se están produciendo tantos largometrajes en el país, enumeraremos algunos de los incentivos que otorga la Ley 108–10 a las empresas inversionistas: Deducción del 100% de lo invertido en las películas para el pago del impuesto sobre la renta. Exención del pago del ITBIS. Estímulos a la reinversión en el área y -entre muchos otros- exención del impuesto para la construcción de salas de cine, tanto en Santo Domingo como en el interior del país.
Es evidente que la Ley 108-10 ha motivado a los empresarios a considerar lo siguiente: Pagar los impuestos tradicionales al Estado o “desviar” importantes sumas e invertirlas en una propuesta cinematográfica confiable, por lo que se nos ocurre preguntar: ¿ No sería factible crear una Ley que incentive la inversión de los empresarios nacionales y/o extranjeros en el fútbol criollo?
Los beneficios que una legislación así producirían para el país serían enormes: Se incrementaría la posibilidad de reforzar la marca país a través de los futbolistas nacionales. Se estimularía la construcción de nuevos, modernos y funcionales estadios de fútbol. Nuestros jóvenes talentos tendrían motivaciones adicionales y, el soberano público tendría más opciones para asistir a espectáculos deportivos de calidad.
Estamos convencidos que, con mayores estímulos más personas y empresas auspiciarían a los clubes de fútbol y, por vía de consecuencia, su práctica se incrementaría en la misma -o mayor- proporción- que ha sucedido con la industria del cine.
Desde siempre, los diferentes gobiernos del Estado Dominicano han favorecido al beisbol -deporte nacional- construyéndole y otorgándole el uso privilegiado de magníficos estadios y, en otras épocas favoreciéndolos con la tasas privilegiadas para compra de divisas, por lo que consideramos que no es utópico pensar en beneficiar al fútbol nacional brindándole igualdad de facilidades.
Así como Ángel Muñiz, Pinky y Robertito Salcedo están comiendo con mucha grasa, sugiero ampliar la democratización y permitir que el fútbol de Moca, La Vega, San Cristóbal, Jarabacoa, Santo Domingo y hasta Pascasio Mendoza también lo hagan…
