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FUTBOL SOLO FUTBOL

FUTBOL SOLO FUTBOL

Fútbol y política van de la mano

Los que, por una u otra razón, no tuvimos el privilegio de culminar una carrera profesional en las aulas universitarias, valoramos enormemente los aprendizajes que nos brinda la vida cotidiana y -de manera especial- las experiencias y vivencias que adquirimos en los viajes por el mundo.

Cuánta razón tuvo Sócrates al decir “Yo solo sé que no sé nada y, a veces, hasta de eso dudo…”

Comulgamos con esas sabias palabras porque, haber asistido al Simposio número XXXV organizado por la Alianza Europea de Entrenadores de Fútbol, -AEFCA- que tuvo lugar en Zagreb (Croacia), nos permitió conocer más acerca de un país joven pero, casi milenario.

La historia nos muestra que en 1990 Yugoslavia era un país que tenía siete fronteras; seis repúblicas habitadas por ciudadanos de cinco nacionalidades diferentes que se comunicaban en cuatro diversos idiomas que se congregaban en torno a tres religiones (católica, ortodoxa y protestante) usando dos alfabetos, pero que eran gobernados por un solo líder: Josip Broz, mejor conocido como el Mariscal Tito (1892-1980).

Pues bien, en ese contexto histórico cobra vigencia lo que el carismático y excéntrico entrenador escocés Tommy Docherty aseveraba sobre la incidencia de la política en el mundo del fútbol. Sus palabras textuales fueron: En el mundo del fútbol hay tanta política que no creó que Henry Kissinger (ex Secretario de Estado de EE.UU.) hubiera durado más de cuarenta y ocho horas al frente del Manchester United.

Eso es así y la historia contemporánea de Croacia nos lo reafirma. El 13 de mayo del año 1990, el equipo más poderoso de Croacia, Dinamo de Zagreb, recibió en el mítico estadio Maksimir al Estrella Roja, el conjunto más popular de Serbia. El ambiente previo al encuentro estaba enrarecido y, más de tres mil ultra nacionalistas del Estrella Roja cantaban insistentemente que “Zagreb era Serbia”.

Los integrantes de la seguridad -en su gran mayoría Serbios- fueron tolerantes con los desafiantes y ofensivos canticos y, previo al inicio del encuentro los fanáticos invadieron el terreno ante la pasividad de la seguridad que solo intervino para golpear a los seguidores del Dinamo de Zagreb.

Esa insólita situación, provocó la reacción del jugador Zvonimir Boban, quien indignado no se contuvo y le lanzo una patada voladora a un seguridad Serbio. Al hacerlo, se convirtió en el héroe nacional de Croacia detestado -hasta hoy en día- en toda Serbia, provocando al mismo tiempo el preludio de una guerra que terminaría con la existencia de un peculiar y controversial país, Yugoslavia.

Por lo general, la política interviene para conciliar conflictos verdaderos, en tanto que el fútbol crea falsos conflictos y los mantiene en el tiempo.

Así como en el año 1969 el encuentro entre las selecciones de Honduras y El Salvador desencadenó la denominada “Guerra del Fútbol” que en realidad tenía mucho más que ver con realidades migratorias y agrarias, el capitán de la selección de Croacia, Zvonimir Boban, que en el Mundial de Francia 1998 obtuvo el tercer lugar, se convirtió -sin el programarlo- en el detonante de una guerra que le permitió a Croacia independizarse.

Definitivamente, en el mundo del fútbol convergen muy variados intereses y entre ellos está el político.

El Nacional

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