“Confieso que he vivido para el fútbol”
Este fin de semana, una inesperada gripe afecto mis vías respiratorias y, además de producirme molestosos dolores de garganta, una marcada debilidad y fuertes dolencias musculares, me ha recluido en una cama. Verdadera tortura para alguien inquieto y activo como yo.
En este descanso obligado -sólo el reposo y los medicamentos alivian- mi mente continúa generando ideas, situaciones y trayendo a mi memoria cientos de enriquecedoras vivencias.
Sin la más mínima intención de parecer fatalista, se me ocurrió apropiado testimoniar por escrito lo que en otras oportunidades he verbalizado: Confieso que he vivido.
Sí, confieso que he vivido intensamente, por, y para el fútbol.
Aunque esta aseveración haya sido plasmada en un libro por Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, más conocido como Pablo Neruda, quien de manera magistral recopiló sus memorias, no siento que estoy plagiando porque en realidad, siento que he vivido de manera intensa en el mundo del fútbol.
El solo hecho de imaginarme en mi lejano pueblo patagónico de El Bolsón (Río Negro) Argentina y luego verme viviendo en Francia (Troyes/Lille y Dieppe) durante más de seis años, ha sido un privilegio.
Hago memoria y recuerdo con simpatía el momento en que llegue al país y un anónimo funcionario de migraciones (en el Huacal) me negó el derecho a poner en mi primera cédula la profesión de “Entrenador de Fútbol” porque de eso no se vivía en éste país.
¡Como cambian los tiempos ¡ Hoy en día todos dicen ser entrenadores de fútbol…
Recuerdo los esforzados inicios; los trabajos realizados tanto en Sedefir, Intec, la Unphu, la Policía Nacional, la Marina de Guerra, el vespertino El Nacional y diversos “picoteos” que ayudaban a equilibrar la economía familiar.
El hecho de haber presentado, narrado y comentado nueve Copas del Mundo me hacen sentir un verdadero privilegiado. Desde España 1982 a Brasil 2014 han pasado 32 largos años.
Haber compartido y entrevistado a verdaderos grandes del fútbol mundial como Don Mario Lobo Zagalo, Helenio Herrera, Pacho Maturana, Don Alfredo Di Stefano, Michel Platini, César Menotti, Oscar Washington Tabarés, Iñaqui Sáez, Emilio Butragueño, el pibe Valderrama, Chicho Serna y Hernán Crespo, entre muchos otros, le han dado una dimensión diferente a mi vida de comunicador.
De todos y cada uno de ellos he aprendido como continúo aprendiendo diariamente de nuestros futbolistas en cada una de las prácticas que imparto en la Escuela Bauger.
Dicen por ahí que no hay mal que por bien no venga y, si bien es cierto que este “obligada” pausa en mi cotidiano trajinar altero mi convulsa agenda, al menos me permitió subir a una imaginaria azotea y desde ahí mirar (recordar) pasajes de una vida intensa llena de fútbol.
Gabo, es decir Gabriel García Márquez, dijo que Pablo Neruda fue el más grande poeta del Siglo XX en cualquier idioma y al “ transcribir” el título de sus memorias le hacemos un homenaje a ese gran chileno, orgullo latinoamericano.
Gracias Señor, gracias por el privilegio de la vida.
