Justo final de ligas en el fútbol mundial

La disputa de la final de la Champions, además de producir un nuevo campeón de la competencia más importante a nivel de clubes del mundo, representa el final de la temporada futbolística, en este caso la correspondiente al período 2015/2016.
Durante diez largos meses e innumerables partidos, en toda Europa se jugaron las ligas profesionales y las Copas nacionales, además de otras importantes competencias en cada uno de los 54 países que conforman la Unión Europea de Futbol Asociado, mejor conocida como la UEFA.

Conociendo los nombres de los equipos que se han coronado campeones en las principales ligas del Viejo Continente, en las Copa de Europa y la Champions, se nos ocurre decir que esta temporada ha tenido un justo final.
Es obvio que, cuando de fútbol se trata, es imposible lograr una unanimidad de pensamiento porque la pasión, por lo general, nubla la razón.

Pero, recordando el pensamiento de Albert Camus (futbolista y Premio Nobel de Literatura) que decía: “Si los hombres fracasamos en conciliar la justicia con la libertad, fracasamos en todo”, asumo la responsabilidad de calificar a la temporada futbolística 2015/2016 como muy justa.

Los argumentos que me llevan a esta aseveración son los siguientes:

En el futbol italiano, el Juventus de Turín, luego de un inicio de temporada muy cuestionado, logró recuperar su competitividad y se coronó campeón en una de las ligas más tácticas y difíciles de ganar, como lo es la italiana.

En Inglaterra, cuna del fútbol codificado, se produjo una de las sorpresas más lindas de toda la temporada. Un nuevo pero histórico equipo logró ganar la Premier League por primera vez. El Leicester City, guiado sabiamente por el entrenador italiano Claudio Ranieri, demostró que, con una plantilla con deseos de trascender y hambre de gloria, todo es posible.

Sin duda alguna, en el fútbol de Inglaterra se hizo justicia porque el Leicester City fue un digno y merecido campeón.

La Ligue One, es decir la francesa, produjo el campeón más prematuro de toda Europa. El Paris Saint Germain, que demostró una vez más un poderío futbolístico extraordinario y muy superior al resto de los competidores de la liga gala.
El Bayern Múnich de Pep Guardiola no logró llegar a la final de la Champions pero, en la “Bundesliga” su poderío fue incuestionable, por lo que la obtención del título de campeón fue inobjetable.

En la muy seguida Liga Española, el FC.Barcelona, con una inesperada baja de rendimiento en el final de la temporada, pudo recuperar su nivel ante la presión de sus dos competidores y volvió a ganar la liga, demostrando que es un equipo sólido que respeta una filosófica de juego que encanta y da resultados.

En lo que respecta a las competencias europeas, constatamos que el Sevilla es un digno representante del mejor fútbol español de la actualidad y, con mucha calidad y determinación, volvió a ganar con extrema justicia la Europa League.
Definitivamente, Sevilla es un súper equipo que compite con seriedad y total entrega.

La controversia puede producirse en la coronación del campeón de la Champions. El Real Madrid, con gran esfuerzo, ganó su undécima Copa y lo festejó por todo lo alto.
¿Justo ganador…?

Cuando una final se define en los penales, es muy difícil hablar de justicia pero, ambos equipos tuvieron las mismas posibilidades y el Real Madrid fue más certero en el momento indicado.

Al contabilizar las situaciones claras de gol que produjeron ambos equipos durante el partido, constatamos que Oblak y sus compañeros de la defensa tuvieron intervenciones más determinantes que sus oponentes.

Pero, como en un mundo injusto al que clama por justicia lo consideran loco, estos conceptos corresponden a quien todavía cree que la justicia existe.