Entrenador fútbol, riesgosa profesión
Desde el año 1885, fecha en que se instauró el fútbol profesional en Inglaterra, al día de hoy, la figura del entrenador ha sido siempre tan valorada como cuestionada. En el fútbol el entrenador es la figura clave. Él es quien determina el estilo de juego del equipo y, en función del mismo, diseña y conduce los entrenamientos junto a sus colaboradores.
El técnico es responsable de toda la actividad futbolística de un equipo, el que elige los sitios de entrenamientos, los jugadores y el que responde ante las exigencias de los dueños del club. El entrenador está obligado a obtener buenos resultados produciendo un juego atractivo que motive a los fanáticos a asistir al estadio.
Al finalizar cada partido, el entrenador tiene que asistir a las ruedas de prensa y enfrentarse a una verdadera artillería de periodistas que le acribillan a preguntas y él -pacientemente- está obligado a responder con argumentaciones coherentes.
Por todo esto y mucho más, la profesión de entrenador de fútbol se ha convertido en una de las más riesgosas (en cuanto a estabilidad laboral se refiere) del siglo XXI.
Cuando las cosas van bien y los resultados son favorables, el mérito se le atribuye al entrenador pero, cuando las victorias no llegan y los objetivos no se consiguen, el primero en perder su trabajo es, precisamente el entrenador.
Ejemplos de lo que acabamos de señalar los encontramos en los múltiples cambios que han realizado las selecciones que durante el pasado verano compitieron tanto en la Copa América Centenario como en la Eurocopa de Francia 2016.
En Europa, los contratos de los entrenadores están muy bien elaborados y protegen al profesional, por lo tanto, los entrenadores tienen mayor estabilidad laboral. No obstante a eso, muchas federaciones cambiaron a su entrenador.
Dada la decepcionante actuación que tuvo la selección rusa en la Eurocopa y en vista de que Rusia será sede de la próxima Copa del Mundo, la Federación nombró al ex portero Stanislav Cherchesov al frente de su selección, en reemplazo de Leonid Slutsky, quien a su vez había sustituido al italiano Fabio Capello.
Una de las selecciones más emblemáticas del mundo, la de Inglaterra, también optó por el cambio. Roy Hodgson fue invitado a renunciar y su lugar lo ocupa ahora Sam Allardyce.
Italia, selección que ha ganado cuatro Copas del Mundo, tuvo que reemplazar al exitoso Antonio Conté, quien optó por dirigir al Chelsea inglés. Su puesto ha sido ocupado por Giampiero Ventura (68) años, ex entrenador del Torino.
En España, tal y como se esperaba, el ciclo de Don Vicente Del Bosque llegó a su final y su sustituto es Julen Lopetegui, ex entrenador del Porto y de la selección Sub 21 de España.
Otro español, pero de formación inglesa, Roberto Martínez, asumió la responsabilidad de dirigir la selección de Bélgica y su asistente será Thierry Henry.
De las diez (10) selecciones que conforman la Confederación Sudamericana de Fútbol -CONMEBOL -, cuatro han cambiado a su entrenador.
Argentina, finalista de la Copa Mundial en el 2014, de la Copa América de Chile 2015 y de la Copa América Centenario 2016, designó a Edgardo Bauza en sustitución del Tata Martino. Marcelo -El Loco- Bielsa debutará esta semana ante Uruguay.
Adenor Bachi ‘Tite’ ha sido el escogido en Brasil para reemplazar a Carlos Dunga. Su debut al frente de la pentacampeona del mundo será ante Ecuador en Quito a más de 2.800 metros sobre el nivel del mar.
Paraguay también tiene nuevo entrenador. Se trata del ex futbolista Francisco ‘Chiqui’ Arce, en tanto que Bolivia ahora será dirigida por Ángel Guillermo Hoyos que, hasta hace poco estaba al frente del Juvenil B del Barcelona de España.
Como han podido constatar, la profesión de entrenador de fútbol es muy riesgosa, a tal punto que, incluso en nuestra Liga Profesional, tanto en la primera edición como en la reciente, varios técnicos fueron cesados por no llenar las expectativas y no conseguir buenos resultados.
