Atletas, los grandes embajadores
El poder del maravilloso mundo de los deportes es tan grande que en múltiples ocasiones los astros deportivos se convierten en embajadores mucho más efectivos que los diplomáticos designados para esos fines.
La denominada marca país, concepto muy utilizado en el mundo del marketing y la comunicación, se refuerza continuamente con los logros de los deportistas.
Profano confeso y declarado del béisbol, admito públicamente que, cuando David Ortiz fue homenajeado en el Fenway Park y mostraron la gigantesca bandera dominicana, me emocioné hasta las lágrimas y espontáneamente, me convertí en ¡fan! del Big Papi y me dije, eso solo lo consigue un grande del deporte.
A pesar que ese día, el excelentísimo señor presidente de nuestra nación, licenciado Danilo Medina estuvo presente, el gran protagonista de la tarde fue el deportista ejemplar.
El exitoso tenista Víctor Estrella y las Reinas del Caribe, es decir las jugadoras de la selección de Voleibol femenina, son otros ejemplos ya que, por donde ellos pasan, refuerzan la imagen de la Republica Dominicana.
Sería un irrespeto obviar los ejemplos de Félix Sánchez, Luguelín Santos, Gabriel Mercedes, Félix Manuel Díaz Guzmán, Pedro Julio Nolasco y Pie en los Juegos Olímpicos.
Ahora, con el furor del fútbol que se respira en el país, están emergiendo futbolistas de origen dominicano que actúan con éxito fuera de la isla.
El caso más reciente e impactante es el de Mariano Díaz Mejía, nacido en Barcelona hace 23 años fruto del matrimonio de un ciudadano español y una dominicana nativa de San Juan de la Maguana.
Mariano es uno de los jugadores promovidos por Zidane, entrenador del Real Madrid, y quien lo dirigió durante varias temporadas en el Castilla. Este español con origen dominicano, tiene contrato con el Real Madrid hasta el año 2021 y ya ha debutado en el primer equipo e incluso marcado goles en competencias oficiales.
Hoy por hoy, Mariano Díaz es el futbolista de origen dominicano más emblemático y exitoso que hay en el mundo del fútbol profesional.
Esto no significa que no haya otros jugadores con raíces dominicanas jugando en España. Ahí están Tano Bonin, en el Osasuna; Raúl de Tomas, en el Valladolid, *Juanmi* Quezada, hijo de un mocano y una española que juega en el Castilla, así como Carlos Martínez, que lo hace en el Marbella.
Además de estos futbolistas que representan con dignidad a la dominicanidad en España, existen otros valiosos jugadores que trascienden en otras latitudes.
Miguel Lloyd, uno de los mejores porteros de la Concacaf, acaba de coronarse campeón en Panamá y, es casi una obligación citar al *Mambo* Núñez, el primer dominicano que disputó un Mundial, vistiendo la casaca de Costa Rica.
La semilla que en su momento sembraron los Mellizos Espinal en Italia ha sido muy fértil y los ejemplos mencionados dan fe de ello.
El fútbol, además de promover valores, también representa una plataforma idónea para resaltar la marca país.
