Drogba, Kanoute y Beckham
Resaltar las hazañas, logros y títulos ganados por los futbolistas más emblemáticos del mundo, es lo que con frecuencia hacemos los que ejercemos
el privilegiado y hermoso oficio de comunicador.
Eso es así porque la inmediatez es lo que impacta, lo que llama la atención e interesa a la mayoría
de las personas.
Pues bien, en esta oportunidad optamos por destacar el lado humano, noble y sensible de algunas estrellas del firmamento futbolístico mundial.
Lo hacemos porque entendemos que la generosidad y el humanismo son virtudes positivas que pueden asociarse al altruismo, la caridad y la filantropía.
Es cierto que la mayoría de las personas conocen a sus ‘ídolos’, tanto por sus virtudes en el terreno de juego como por sus extravagancias y exóticos estilos de vida pero, esto no significa que existan célebres jugadores con gran sensibilidad humana que destinan gran parte de su patrimonio a ayudar a los más carenciados.
Recientemente, George Weah, el primer y único futbolista africano que gano el Balón de Oro, se convirtió en presidente de Liberia, uno de los países más pobres del continente africano, y prometió que su meta es la de ayudar a su país a salir de la pobreza.
Didier Drogba, el icono del fútbol de Costa de Marfil que ha sido tres veces seleccionado como el mejor jugador de África y fue elegido como el mejor futbolista de la historia del Chelsea, desde el año 2007 dirige su fundación.
El otrora gran goleador que sigue jugando en la USL, de Estados Unidos, considera que, sin ser Presidente de un país, es posible impactar a sus conciudadanos y contribuir en su desarrollo.
Drogba es Embajador de buena voluntad de la ONU porque sus acciones ayudaron a que la guerra civil de su país cesara.
Pocos son los que conocen el lado humano y altruista del astro inglés David Bekham, quien ostenta el título honorífico de Embajador de UNICEF.
Beckham, ex jugador del Manchester United, Real Madrid y Paris S.G., es uno de los creadores de la campaña ‘No más Malaria en el Mundo’ y con frecuencia dice que la generosidad humana es un reflejo del amor de Dios.
Otro ejemplo de altruismo es el del delantero de Mali, Frederic Kanoute, quien jugó en el Olimpique de Lyon de Francia; West Ham y Tottenham de Inglaterra, así como en el Sevilla, donde se consagró.
Pues bien, este musulmán ha construido en su país una pequeña ciudad llamada Sakina, en la que acogen a niños/as huérfanas y les proporcionan, alimentación, seguridad y la educación básica. Kanoute aporta los recursos económicos de esa ejemplar iniciativa.
En una ocasión Kanoute declaró públicamente que, la vida de un niño Palestino tenía el mismo valor que el de una mujer francesa.
Al enumerar solo algunos casos de alta sensibilidad humana, recordamos lo que escribió Mario Benedetti ‘La generosidad y el altruismo son los únicos egoísmos legítimos’.
