Opinión

Gallo de Emily Roebling

Gallo de Emily  Roebling

Curioso como los sistemas de creencias coinciden y abarcan todas las clases. La religión Celta centra sus ritos en el roble, como árbol-eje del culto a los bosques de los nórdicos. A los bosques se entra previa solicitud de permiso, y al roble se le saluda de frente y retirándose sin darle la espalda.

En la Santería cubana el árbol sagrado es la ceiba, y el ritual inicial en todo centro donde ella preside es llegar y saludarla, colocando la cabeza en su tronco, dándole la vuelta de izquierda a derecha y retirándose también sin darle la espalda.

Estos ritos y símbolos aparecen y reaparecen a través de la historia y lo que es más sorprendente, cruzan las clases. Así vemos a Emily Roebling inaugurando el puente de Brooklyn,el24 de mayo de 1883, considerado como la Octava Maravilla del Mundo, con un gallo vivo, como símbolo de la victoria y triunfo de la tecnología sobre la naturaleza.

Triunfo entre comillas, ya que ni su suegro JohnRoebling, ni su esposo Washington, quienes diseñaron y construyeron el puente, pudieron estar presentes en su inauguración. John había perecido en un trágico accidente en 1869, justocuando había iniciado la construcción, y después de su muerte su hijo había heredado el puesto como ingeniero central de la obra.

Washington Roeblingdescendió con los trabajadores que estaban cavando para instalar los pilares fundacionales del puente, una joya de acero suspendido, de más de una milla, que habría de unir a Brooklyn con Nueva York, (un tráfico que hasta ese momento dependía de botes), y paso tanto tiempo en las cámaras presurizadas que le dio un derrame cerebral que lo dejo totalmente paralitico.

Aparente juego pesado del destino ya que por el puente por donde habían de transitar millones de personas, su constructor tuvo que limitarse a observar con binoculares, desde su casa en Brooklyn Heights, como su esposa (por fin en un rol protagónico) era la primera persona en cruzar el puente.

¿Por qué un gallo? Es una pregunta que cualquier santero de hoy podría responder sin titubear, lo curioso es que también fuera un símbolo para las aristocracias holandesa e inglesa que dominaban la vida de la ciudad de Nueva York en esos años.

La construcción del puente, fue celebrada por los habitantes de Manhattan y violentamente rechazada por los de Brooklyn. Ellos sabían que era el primer paso hacia la unificación de las dos ciudades y no querían cambiar su “complaciente y sedado estilo de vida”, por el “rápido,indetenible y nerviosoritmo de los de Manhattan”.

¿Había entre ellos algún brujo?
A Emily y su gallo esta pregunta poco importa.

El Nacional

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