El representante del Papa Benedicto XVI en República Dominicana no se habría sentido muy a gusto anoche al escuchar personalmente al prominente juez español Baltazar Garzón cuestionar la acusación de traidor a Judas que durante siglos sostiene la Iglesia Católica.
El nuncio Jozef Wesolowski, acompañado de monseñor Agripino Núñez Collado y sentado en primera fila en un acto encabezado por el presidente Leonel Fernández en el Palacio Nacional, presenció al juez Garzón, miembro de la Audiencia Nacional de España, afirmar que a Judas no se le hizo justicia imparcial, ni se le ha tratado con equidad por quienes le condenaron.
El embajador del Vaticano, decano del cuerpo diplomático en República Dominicana, y el rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucamayma) fueron los dos únicos altos representantes de su iglesia que participaron en la puesta en circulación de una edición hispánica de la controversial obra del extinto ex presidente Juan Bosch Judas Iscariote, el calumniado, con motivo de la celebración del centenario del nacimiento del literato y político universal.
La sentencia que recibiría Judas Iscariote no sería condenatoria, sino absolutoria, alegó Garzón al sostener que si pusiéramos en el fiel de la balanza de la justicia todos los argumentos que magistralmente resalta Juan Bosch en este libro, la sentencia que decidiría la suerte de Judas Iscariote no sería necesariamente condenatoria. Probablemente la carencia de pruebas en sólidas llevaría a su absolución, aseguró el juez Garzón, prologuista del libro, mientras remachó que ni siquiera la Iglesia Católica ha sido misericordiosa con él.
El embajador del Vaticano y monseñor Núñez Collado, luego de concluir la formalidad del encuentro saludaron al juez Garzón, colocado a la derecha del presidente Fernández, en la fila principal del acto.
El letrado, autor de varios libros y polémico administrador de justicia que ha recibido más de 20 doctorados hororis causa de prestigiosas universidades de Europa y Estados Unidos, consideró importantes los planteamientos de Bosch en su libro.
Por eso cualquier acto de reivindicación del calumniado es una decisión valiente y compasiva, y tiene que venir de la mano de un hombre virtuoso, justo, y especialmente decente, como fue Juan Bosch, que con rigor y trazos firmes lo dejó escrito para las generaciones venideras, manifestó Garzón, quien fue condecorado en el acto por el presidente Fernández , con la Orden al Mérito de Duarte, Sánchez, y Mella, Gran Cruz Placa de Plata, mediante decreto 745-09.
La actividad fue realizada en el salón de las Cariátides, con auspicios de la Comisión de Efemérides Patrias, cuyo titular, el historiador Juan Daniel Balcácer, hizo un recuento del libro y ponderó e introdujo al juez Garzón, después de ser llamado al podio por el maestro de ceremonia, Omar Liriano, director del Centro de Información Gubernamental.
Acompañaron al mandatario en la línea principal la primera dama, Margarita Cedeño de Fernández; el vicepresidente Rafael Alburquerque, y los secretarios de la Presidencia, César Pina Toribio, y administrativo de la Presidencia, Luis Manuel Bonetti y Balcácer, frente a los presidentes de la Cámara de Diputados y la Junta Central Electoral, Julio César Valentín y Julio César Castaños Guzmán; el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Pedro Rafael Peña Antonio; el secretario sin cartera Miguel Mejía, el dirigente perredeísta y escritor Tony Raful, el jurisconsulto Jottin Cury y los embajadores Guillermo Piña Contreras y Pablo Maríñez, entre otros.
