Bonaparte Gautreaux Piñeyro, quien fuera secretario del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó durante la guerra de abril, asegura que el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez vino al país en medio de la revolución, enviado por el entonces presidente de Estados Unidos, Lindon B. Jhonson.
“Fernández Domínguez vino al país enviado por el presidente de Estados Unidos, y vino acompañado del coronel Enrique Hernán Marín, un oficial franquista que peleó con división azul, en contra de los comunistas”, sostuvo el asistente de Caamaño.
Argumentó que cuando llegó a la zona constitucionalista Fernández Domínguez le informó a Caamaño que venía con la encomienda de Juan Bosch de que se rindieran y se alojaran en la Catedral, porque los norteamericanos no iban a volar ese patrimonio de la humanidad.
Sin embargo, reconoció la valentía del militar y recordó que antes de Fernández Domínguez salir con un nutrido grupo de hombres hacia la toma del Palacio Nacional, hubo una acalorada discusión entre él y Caamaño.
Explica que en más de un intento el líder de la revolución trató de convencerlo para que intentará tomar la casa de Gobierno, ya que los enemigos estaban alertados sobre esos planes.
Dijo que los afanes de combate que tenía Fernández Domínguez fue que lo llevó a emprender aquella acción considerada suicida el 19 de mayo de 1965, en la que murió.
“La tozudez de Fernández Domínguez en querer participar en acciones militares lo llevó a creer que su papel como iniciador del movimiento constitucionalista estaba disminuido por no haber participado en combates”, sostuvo Gautreaux Piñeyro.
Enfrentar los yankis
Gautreax recuerda que el 28 de abril llamó por teléfono al comando central el comandante Narmon Saldaña, para informar que los norteamericanos estaban recorriendo la calle Leopoldo Navarro hacia la avenida San Martín y que requería órdenes.
“Tomé el teléfono y le respondí… Tírele coño..”
Caamaño salió de la oficina y me preguntó que pasaba, por lo que le respondí que había mandato a dispararle a los norteamericanos .
Propuesta de Bosch
Recuerda que ya convertido en secretario del coronel Caamaño, la mañana del 3 de mayo recibió por un teléfono internacional que había en el comando constitucionalista una llamada del profesor Juan Bosch.
__Buenos días presidente.
_ y el profesor Bosch me responde: no Gautreaux, ahora el presidente se llama Caamaño.
“Le señalé al coronel Caamaño levantara la extensión telefónica y permanezco en silencio mientras escucho un diálogo en el cual el profesor Bosch pide coronel Caamaño que acepte ser el Presidente de República, ya que el mando del movimiento debe estar unificado y a él (Bosch), los norteamericanos no le permitían regresar al país”.
Luego de una larga discución en la cual el coronel Caamaño respondía al profesor Bosch: “esta lucha no se ha llevado a cabo por puestos. Usted es el líder político.
Usted es el Presidente. El profesor Bosch insiste y al no convencerlo, en esa primera conversación, el coronel Caamaño, pide hablar con Hector Aristy.
(El presidente Caamaño Deñó me había ordenado que escuchara las conversaciones que sostenía por teléfono para que anotara los compromisos que hiciera).
Mientras Bosch y Aristy conversan, me acerco a Caamaño y comienzo a discutir con él la conveniencia de que se aceptara la propuesta del profesor Bosch, ya que dada la dinámica de los acontecimientos de muchas ocaciones había que tomar decisiones y no había tiempo para consultar la opinión del presidente Bosch, como había ocurrido en varias oportunidades.
Aristy se sumó a la conversación con Caamaño Deñó; a poco llegaron los doctores Luis Lembert Peguero y Ramón Gabriel Ledesma Pérez, quienes también argumentaron a favor de que Caamaño se convirtiera en el Presidente.
Durante varias horas hubo llamadas telefónicas y consultas entre Caamaño, Bosch y el liderato del PRD.
A media tarde del 3 de mayo, Caamaño decidió aceptar, a regañadientes, la encomienda de ser elegido por el Congreso como presidente de la República.
La Constitución de 1963 dice que en caso de ausencia del Presidente y Vicepresente de la República, del Presidente del Senado y del de la Cámara de Diputados, el Congreso elegirá a una persona perteneciente al partido que ganó las elecciones.
El dirigente perredeísta José Mariano (El Oso) Peña tenía inscripciones del Partido Revolucionario Dominicano en blanco y llenamos una a nombre del ciudadano Francisco Alberto Caamaño Deñó, para si alguien alegaba inconstitucionalidad de la elección.
Por esa misma razón, desde que aceptó la encomienda el ciudadano Francisco Alberto Caamaño Deñó, no volvió a vestir insignias militares hasta su reintegración a las Fuerzas Armadas, después de su renuncia el 3 de septiembre.
Fue, nuevamente, el Partido Revolucionario Dominicano, organización que tenía la mayoría en ambas cámaras legislativas, el que eleigió al ciuydadano Francisco Alberto Caamaño Deñó como presidente de la República.
Al otro día, luego del discurso pronunciado en el Altar de la Patria, el presidente Caamaño Deñó comenzó la designación de su gabinete, cuerpo en el cual, también, el Partido Revolucionario Dominicano tenía la mayoría correspondiente a su papel de gestor y sostenedor del Movimiento Constitucionalista.
El entonces presidente Caamaño, habla por teléfono desde su despacho en el edificio Copello, a su lado, Euclides Gutiérrez Félix, el coronel Gerardo Marte y Bonaparte Gautreaux Piñeyro.
