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Reserva
El reconocimiento que rindió el Banco de Reservas a Fernando Casado, cumple un cometido artístico y cultural y, por encima de todo, honra el lirismo musical de un intérprete del ayer, del hoy y de siempre. El título de Gran Reserva Musical consignado a El Magistrado, Fernando Casado, es la afirmación de una realidad que ni el tiempo, ni las épocas, ni las transiciones, ni la transculturación musical, tienen la capacidad ni la fuerza de desvanecer ni de opacar. Es un intérprete que se ha mantenido en el pedestal de los grandes de la música dominicana.

Eterna

 Daniel Toribio, como acostumbra en estos homenajes, entregó una placa a El Magistrado, y editó un disco con una selección de los mejores éxitos del cantante. El Administrador General de Banreservas valoró la influencia de Fernando Casado en la historia del género romántico y, fundamentalmente, de La Criolla en la República Dominicana. “Es como si este intérprete, de voz aterciopelada y tierna, se hubiera convertido en el ícono por excelencia de ese género, de los más hermosos y distintivos de nuestra música. Bastaría recordar su vibrante interpretación de La Gaviota, en la que, como ningún cantante, entona ese poema escrito por el profesor Juan Bosch, en 1934, cuando éste guardaba prisión en la fortaleza Ozama, acusado de conspirar contra la dictadura de Trujillo”.

Lista de éxitos

 El CD de la Gran Reserva Musical llamada Fernando Casado, compila 20 de sus temas más populares: “Como me besabas tú”, “Una primavera para el mundo”, “La gaviota”, “La ciudad en mi corazón”, “Lucía”, “Duvergé”, “No tardes más; “Casita de campo”, “Carmencita”, “Vuelan mis canciones”, “La casita blanca”, “Ansias locas”, “Como tú una flor”, “Yo te quiero así”, “Mira qué mundo”, “En ti”, “La pestaña”, “Margarita del campo” y “Tú qué sabes”.

Recordando

La vida de Fernando Casado no ha sido sólo la música. Él ha conocido la labor cotidiana de un banquero que debe reportarse diariamente a su puesto; la pasión y el entusiasmo del actor sobre las tablas; el dinamismo de un locutor; el acucioso trabajo de un investigador y la inspiración de un poeta y escritor. Por cierto, para los que no conocen la verdadera razón del sobre nombre con el que se conoce popularmente a Fernando Casado, éste es su testimonio:  “Cuando entro al banco, ya había estado en la radio. Mucha gente me conocía. Fungiendo como cajero, las personas que venían a cobrar sus cheques, me decían que me habían visto en televisión, en “La hora del moro”. Estamos hablando de que había muchas personas a las que no sabía ni siquiera su nombre. Para salir del paso y agradecerles su gesto, les decía: “¡Muchas gracias, doctor! ¡Muchas gracias, magistrado!”. Todos comenzaron a llamarme “magistrado” hasta la fecha.

El Nacional

La Voz de Todos