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GENERALIDADES

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Zoila Puello

Pasan los años, y Zoilita sigue siendo la misma, claro que con mucho más madurez, equilibrio y un entusiasmo al granel que no deja por nada. A Zoila Puello no se le puede quitar este alborozo. Ni los contratiempos, ni el aguacero más cerrado, ni los apagones, ni el alza de los combustibles y de la canasta familiar, ponen en el espíritu de Zoila, una sola nube de desánimo, resentimientos o animadversión. Ella siempre es la misma mujer, risueña, positiva, cuya fogosidad y ánimos, nos “contamina” al menor roce o iniciativa. A “El Espíritu”  le sobran motivos para mantener esos bríos que muchos comunicadores ya quisieran imitar.

TV Revista

Cuando un espíritu como el de Zoila se une a un proyecto ambicioso, nos topamos, entonces, con un resultado extraordinario. Y eso es lo que ha estado sucediendo, desde hace veinte años, con Zoila y su programa TV REVISTA, un completo, variado y, a la vez, especializado espacio dedicado al entretenimiento del público que ahora comparte con el periodista Ramón Almánzar. TV REVISTA ha avanzado sus pasos paralelos con la innovación y la vanguardia, con un repertorio que impregna los sentidos y “secuestra” a los televidentes. Zoila Puello y TV REVISTA, no se quedan atrás en cuestiones tecnológicas y de actualidad informativa en el renglón espectáculos.

Un espíritu

Muchos se preguntarán cómo hace Zoila Puello para establecerse, con tanta firmeza y durante tanto tiempo, en el público dominicano tan exigente y cambiante.

La respuesta es más sencilla de la que se imaginan. Zoila Puello es un ser humano único. Acostumbrada a trabajar de sol a sol, no está en su itinerario desperdiciar un ápice de tiempo. Siempre fajadora, luchadora hasta el cansancio, busca las mil y una formas de aprovechar todas las coyunturas posibles, para obtener el más óptimo resultado en sus proyectos. Está convencida de que su vida, tanto personal como profesional, es un constante aprendizaje. Nunca subestima las capacidades de los demás. Al contrario, entiende, y lo ha comprobado con su práctica diaria, que el servicio que ha prestado a la clase artística, a sus compañeros de trabajo, a sus homólogos y a todo el que se le acerca para pedirle “una manita”, está lejos de ser un favor.

Servir, para ella, es sinónimo de solidaridad, de afecto, de prueba de amistad y de confianza. Por eso, a El Espíritu no le faltan ganas de saltar, de disfrutar de la vida, de mantener esa permanente campaña de alegría que, sin duda alguna, nos invade y contagia a todos con ese creciente entusiasmo. Cuando Zoila está con nosotros, sin proponérnoslo, nos toca un resorte interior con el que nos unimos, espontáneamente, a ese arrebato de energía positiva. 

deferentetmartinez@hotmail.com

El Nacional

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