De tal palo, tal astilla
A Julio Iglesias se le considera con justa razón, “el español más universal del mundo”, y su hijo menor, Enrique, le está siguiendo los pasos a ritmo acelerado, aunque al principio nadie creía mucho en el espigado y alto muchacho español criado en Miami por su abuela Charo.
Podemos afirmar, sin lugar a equivocarnos, que ahora es el momento de Enrique, quien ha arrasado con cuanto premio musical existe con su canción “Bailando”, junto a los cubanos Descemer Bueno y Gente de Zona.
Su más reciente reconocimiento lo recibió en los American MusicAwards, galardón destinado principalmente a la música en inglés, pero que dejan un pequeño espacio para las canciones latinas.
Enrique no pudo estar presente en la ceremonia realizada en Los Angeles y transmitida a todo el mundo por encontrarse en medio de su gira mundial, pero tuvo la gentileza de agradecer vía satélite desde París, donde actuaba en ese momento, rodeado de sus compañeros cubanos.
Cuando Enrique salió al mercado musical en 1995 con su primera producción disquera, la que llevaba su nombre, le llovieron las críticas de los pájaros de mal agüero que afirmaban que su éxito inicial se debía a que era hijo de Julio Iglesias, quien supuestamente ignoraba que su hijo quería ser cantante también. El, por su experiencia, sabía lo duro que era abrirse paso en el mercado disquero, por lo que no quería que sus vástagos—Chábeli, Julio José y Enrique—sufrieran lo que había sufrido él en el proceso.
Pero Enrique, de 39 años, persistió y se movilizó por el mundo entero para darse a conocer, lo que fue logrando poco a poco, incursionando así mismo en el mercado angloparlante. Actualmente si se habla de Iglesias, el público sabe de inmediato que se trata de Enrique porque su padre, de 72, ya es prácticamente un artista del pasado, aunque sigue siendo noticia.
Todo lo que hace Enrique es documentado por los medios hispanoparlantes y anglosajones, especialmente su relación de 12 años con la ex tenista rusa Anna Kournikova, la que todavía no logra llevarlo al altar. Recientemente hizo una parada en su gira mundial en el Hard Rock Hotel de Punta Cana, repletando el lugar de admiradores de todas edades.
