Algunos artistas urbanos cambian de rumbo
Ya he criticado duramente en esta columna a los artistas urbanos que creen que su género se presta para improvisaciones y para romper las reglas de la decencia, pero algunos de ellos han enmendado rumbos y se han integrado al sector de personas respetuosas, empleando su talento en forma correcta, pero hay otros—la gran mayoría, desgraciadamente—que insisten en su afán de decir cuanta basura se les ocurre pensando que eso es lo que esperan de ellos sus admiradores.
La Comisión de Espectáculos Públicos ha puesto freno a veces a estos desbordes de algunos raperos o reggaetoneros prohibiendo que sus grabaciones sean difundidas por las radioemisoras y por los canales de televisión porque son escuchadas o vistas por niños que pueden llegar a conclusiones erradas de que estas “pseudoestrellas” son las que tienen que dictar las pautas de lo que canten o bailen, por muy groseras que sean.
Raperos como Don Miguelo, por ejemplo, han corregido el contenido de sus canciones para poder llegar a un público masivo y comercial, con positivos resultados. El cantautor de San Francisco de Macorís, que se hizo famoso con temas como “La cola de motora”, desapareció un tiempo de la vista del público para reaparecer luego reformado y demostrando que tiene talento de verdad, a tal punto que firmó contrato para ser representado por la productora del cubano Pitbull, con sede en Miami.
De esta forma, Don Miguelo se ha preocupado de mejorar su imagen, vistiéndose mejor y componiendo canciones que no ofenden y que pueden ser escuchadas por grandes y chicos, lo que redunda en un mayor mercado para sus grabaciones.
Otros raperos—como Los Pepe, por ejemplo—continúan enfocándose en el barrio y el “tigueraje”, por lo que es muy difícil que sus producciones vayan a tener acogida fuera del país.
Algo similar ha pasado con Amara La Negra, la que se hizo popular por mover los glúteos como gelatina, y que prácticamente ha desaparecido de los medios. Para dañar más las cosas, la dominicana nacida en Miami acaparó los titulares de la prensa recientemente al autocoronarse como embajadora de la juventud dominicana, título que desmintió nuestro cónsul en Puerto Rico, con el que posó en una foto.
Artistas urbanos: todavía es tiempo de que cambien para que lleguen a más gente.
