Juan Luis Guerra –
Recuerdo que a mediados de la década de los 80 vi nacer a una de las estrellas más rutilantes de República Dominicana. De aspecto tímido y una estatura que pasaba la media de la altura de los dominicanos, este gigante de la música vino a sentar un precedente en el cancionero dominicano.
Esa persona a la que me refiero es nada menos que Juan Luis Guerra, quien con su grupo 440 ha hecho historia en la música popular de nuestra isla, y fuera de su patria es uno de los nombres más respetados de la industria.
La sola mención de su nombre es como un hechizo, que motiva a que artistas jóvenes y experimentados quieran grabar con él. Un lujo que unos pocos se han dado., que inevitablemente se convierte en un éxito.
Sus canciones, sean merengues o bachatas, de corte romántico, social o religioso, no dejan indiferente a nadie. Hacen que el público no importa dónde esté el escenario, sienta esa cosquillita que invita a mover el cuerpo al compás de su inconfundible estilo.
Evoco con deleite la primera vez que le vi en la televisión. En ese tiempo estaba recién salido de la prestigiosa escuela de Berklee y formaba el cuarteto junto a Maridalia Hernández, Mariela Mercado y Roger Zayas. Hasta ahora, Roger siempre ha permanecido junto a él.
Lo novedoso y la originalidad de su propuesta fue un boom.
La poética de sus canciones fue como un balde de agua fresca. Y hoy tantos años después del primer contacto que tuve con su música sigo sintiendo esas sensaciones maravillosas que sus canciones provocan., y que tuve el placer de vivir nuevamente cuando el 30 de diciembre pasado asistí como un fan más a disfrutar de su tour ¨Todo tiene su hora¨, nombre de su disco más reciente.
Este concierto fue maravilloso,, con un buen recuento de sus canciones más emblemáticas, todo ello apoyado con la magia de la tecnología, un juego de luces y un sondo a la altura.
Uno de los momentos cumbres sin temor a equivocarme fue la actuación del salsero Marc Anthony. Cuando estos dos artistas se unieron en el escenario, Altos de Chavón prácticamente se fue abajo. La algarabía llenó cada espacio del empedrado escenario.
Juan Luis Guerra ha crecido mucho como artista. Nos place ver que ha superado la timidez y que disfruta a plenitud cada minuto que está en el escenario.
