La ocasión era perfecta para Gerardo Suero:
El club Mauricio Báez en la serie final, frente a un archirrival tradicional que lo hacía recordar años felices de su niñez, y la oportunidad de pasar de simple espectador, a actor principal en el reparto de una historia espectacular.
Y él supo aprovechar esa oportunidad poniéndose a la altura de las circunstancias, siendo clave de una victoria 82-71 del Mauricio Báez sobre el club San Carlos que coronó la conquista por barrida 4-0 del título de campeón del basket superior distrital.
“Fue un sueño hecho realidad. Desde niño soñé con algún día poder jugar superior con el Mauricio Báez”, dijo Gerardo, quien apenas tenía 11 años de edad cuando el club de la barriada de Villa Juana logró su quinta corona en estos clásicos.
Suero tuvo que esperar 13 años para tener ante sí la oportunidad de realizar su sueño. Ese fue el tiempo que estuvo el club Mauricio Báez fuera del torneo distrital superior.
“Por eso tenía el afán de que el club regresara a al torneo distrital. Y el cumplimiento de este sueño se hace más grande al jugar junto a mi hermano Miguel”, agregó.
Gerardo y Juan Miguel, nacidos en el corazón de Villa Juana, son hijos del licenciado Gerardo Suero Correra, directivo mauriciano.
Gerardo anotó 21 tantos para encabezar el ataque de los campeones. Juan Miguel marcó ocho, tomó siete rebotes, se robó dos balones y fue clave en la defensa.
El desempeño de los mauricianos en la final hizo recordar sus años dorados en la justa distrital, cuando hombres como el refuerzo Eugene Richardson, el inmortal José -Boyón- Domínguez, Domingo Rosario, Ramón -Montante- Castillo, Jesús -Chú- Mercedes, Julián -Bombo- Mackelly, José Molina, Yayo Almonte y Henry Paulino (La Boa) se convirtieron en una especia de leyenda del basket dominicano.
La nueva generación de mauricianos ganó en forma categórica el primer partido (97-51), bajó el tono en el segundo (90-80), pero lo volvió a subir en el tercero (101-71).
Ayer completaron su primera barrida en un partido de marcador cerrado casi todo el trayecto. que finalizó 82-71.
“Le doy gracias a Dios por la oportunidad de ganar este campeonato”, dijo Suero, quien dio mérito al trabajo en equipo.
Gerardo agradeció al dirigente Melvyn López, a sus asistentes y a Boyón Domínguez por todo el empeño que pusieron para que los jugadores dieran todo en la cancha.
Dedicó la corona a sus padres, su esposa y su hijo, de manera especial a la barriada de Villa Juana.
“No soy el héroe, todos aportamos”, dijo.
