Opinión

GINECOLOGÍA ACTUALIZADA

GINECOLOGÍA ACTUALIZADA

Una conjura contra el desaliento

Muchas cosas han sucedido después de aquella tarde de agosto de 2005 en que la columna Ginecología actualizada apareció por primera vez en El Nacional.  Más que una columna de salud, es una propuesta educativa, un camino hacia la prevención de enfermedades, una tribuna en defensa de la salud del pueblo, en especial de la mujer. Está concebida para la población que está sedienta de orientación médica que no ha sido brindada por sistema de salud, ni educación.

La gente necesita acceder a la información de salud por diversas vías para poder tomar decisiones adecuadas. Una información de salud a tiempo puede cambiar el rumbo de una vida. La falta de información puede ser la peor de las enfermedades. Por eso nació Ginecología actualizada, para luchar por una sociedad más sana a través de la información en salud y hacer valer, desde su espacio, el derecho que tenemos a la salud, concebida como un estado general de bienestar físico y mental y no como la ausencia de enfermedad.

El actual sistema de salud no funciona, ha colapsado, dejando amplias zonas de insatisfacción en el ámbito de la prevención y ahí están las propias cifras oficiales para demostrarlo. Se requiere de una reforma en el sistema de salud. El viejo sistema de atención que hace énfasis en los procesos de curación, ha mostrado su incapacidad  para responder las demandas de la población. La prevención es una práctica vital para preservar las condiciones de salud de los pueblos y de las comunidades, y los programas de salud se deben enmarcar en esa línea de acción.

Es ineludible invertir en el capital humano. El personal de salud puede brindar un servicio humanizado, transformar con cariño, pero para esto debe de estar satisfecho con su remuneración. Las infraestructuras son necesarias y limitadas, pero no es suficiente para obtener la salud. No se necesitan salas de hospitales que funcionen sólo el día de la inauguración. Hace falta un compromiso real con la salud del pueblo. Descentralizar el sistema es otra de las prioridades a considerar.  El país es mucho más que el perímetro central.  Si me preguntas de qué muere la población del batey Santamaría de Tamayo, con todo el progreso que exhibimos y todas las computadoras, debo decir que se mueren de hambre, sí, de hambre, auque usted no lo crea.  El Sur también existe.

Para continuar desnudando el sistema de salud he decidido recopilar muchos de los artículos que he escrito en esta columna y publicarlos en libros, el primero de los cuales dedico al tema del aborto y a la necesidad de despenalizarlo en República Dominicana. Se titula igual que uno de los artículos compilados, “Las hijas de nadie”, a cuyos actos de puesta en circulación me complace invitar a todos, quienes me honran leyendo esta columna.

Dichos actos serán abiertos a todo el público, el martes 24 a las 7:00 p.m., en el Salón Alcázar del Hotel Santo Domingo, y el miércoles 25 a las 5:00 p.m. en el Centro Universitario Regional de Santiago (CURSA-UASD).

El libro “Las hijas de nadie” es una conjura contra el desaliento y favor de la esperanza.

lfondeur@gmail.com

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