Opinión

Ginecologia Actualizada

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La vacuna del virus del papiloma humano (VPH)  genera interrogantes. El VPH es la infección de transmisión sexual más frecuente, la  mayoría de los casos de infecciones por VPH son pasajeras, sin síntomas y se resuelven espontáneamente. Ciertos tipos de VPH se relacionan con cáncer en el cuello del  útero, en los genitales, en el ano y la garganta. No existe una cura para la infección por VPH, pero algunos de los problemas que causa pueden ser tratados.

En  el mercado existen dos vacunas contra el VPH: Gardasil y Cervarix ambas previenen la infección con los tipos de VPH representados en las vacunas. Se pueden administrar en mujeres y hombres. Las vacunas no garantizan total protección contra el cáncer, ni protegen contra todas las  infecciones, pero han demostrado que ofrecen cobertura contra el desarrollo de cáncer cervical y las verrugas genitales.

Un pequeño porcentaje de mujeres con VPH va a desarrollar cáncer cervical, sin embargo, la mayoría de los estudios han encontrado que la infección por el VPH es responsable de todos los casos de cáncer cervical.

Las vacunas, Gardasil y Cervarix previenen los dos VPH más comunes, los tipos 16 y 18, responsable  del 70 por ciento del cáncer cervical.

La vacuna Gardasil también evita el VPH de bajo riesgo, como se conocen los tipos 6 y 11 de VPH relacionados con la formación de verrugas genitales, pero sin vínculos con el desarrollo de cáncer.

Otros tipos de VPH se relacionan con el desarrollo de cáncer genital, anal y de garganta, los llamados VPH de  alto riesgo.

La infección por VPH es muy fácil de contraer, incluso con una sola pareja sexual. Por eso es importante recibir la vacuna contra el VPH antes de llevar a cabo cualquier contacto sexual.

Se recomienda  vacunar  a niñas y niños entre 11 y 12 años, incluso a partir de los 9 años.

Las mujeres y hombres, preferiblemente entre 13 y 26 años pueden vacunarse contra el VPH, si no están infectados de la cepas de VPH que protegen las vacunas.

La vacunación no es un sustituto de los estudios de detección de cáncer cervical. El papanicolau o citología es la prueba fácil y común de detección de cáncer del cuello del útero. 

Vacunar la población en riesgo  contra el VPH podría ser costoso, pero educarla sobre los beneficios de realizarse un papanicolau anual resulta económico y salvaría la vida de muchas mujeres.  Vamos a poner la comunicación al servicio  de la salud.

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@lilliamfondeur

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