Opinión

Ginecologia actualizada

<P>Ginecologia actualizada</P>

En una mujer adulta, un embarazo múltiple es de alto riesgo. Un embarazo en una niña es un embarazo de alto riesgo, si encima es un embarazo múltiple los riesgos se potencian.  Si es un embarazo de trillizos la vida de la niña gestante corre peligro.

La especie humana es unípara por excelencia, es su estado natural, está preparada para recibir un producto por cada periodo de gestación.

 Las complicaciones maternas son tres a siete veces más frecuentes en los embarazos múltiples, con mayor riesgo de morbilidad y mortalidad perinatal. La evidencia demuestra que todos los riesgos del embarazo único aumentan en el múltiple.

El embarazo múltiple predispone a padecer de hipertensión del embarazo, desde preeclampsia, eclampsia o frenesí, principal causa de muerte materna en nuestro país.

Cuando una mujer, incluso en ciernes, está embarazada los nutrientes privilegian el producto de la concepción y la embarazada desarrolla anemia.

Con el embarazo múltiple la posibilidad de presentar anemia y desnutrición se incrementan.

La niña de San José de Ocoa, violada y embarazada de trillizos, tiene anemia y desnutrición severa. Crónica de una muerte anunciada.

El embarazo de trillizos predispone a desarrollar diabetes -y con el riesgo de quedar diabética por el resto de su vida- una menor de edad violada y obligada a cargar con el producto de la violación.

El sangrado abundante o hemorragia es  frecuente en los embarazos múltiples, otra de las causas de muerte materna en nuestro país.

Por el resto del embarazo esta niña estará en cama debido a la constante amenaza de parto prematuro e infecciones de orina.

El embarazo múltiple reproduce la probabilidad de desarrollar malformaciones congénitas, retardo en el crecimiento intrauterino y del cerebro. Por el resto de su vida la niña embarazada de San José de Ocoa dependerá  de las limosnas del Estado y la bendición de la Iglesia.

El derecho a la vida digna de las pobres no pasa por las consideraciones de nuestras autoridades.  Como cualquier niña, la niña violada y  embarazada de trillizos quiere jugar, ir a la escuela, compartir con sus hermanitos.  Una niña embarazada, es una niña.

Una niña no puede consentir tener sexo con un adulto, es una violación.  Una niña con un embarazo múltiple, me refiero a la niña de San José de Ocoa hospitalizada, en este caso embarazo de  trillizos, es un feminicidio de Estado  ejecutado por el Sistema de Salud y el silencio de toda la gente buena.

Por sus hechos los conoceréis.

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 – Dra. Lilliam Fondeur

El Nacional

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